A sus 22 años, Charlotte Bosanquet logró lo que muchos sueñan: construir un negocio rentable que también genera un impacto social positivo. Desde Sídney, Australia, esta joven emprendedora lidera Care Cleaning Services, una empresa de limpieza especializada que le deja ingresos mensuales cercanos a los nueve millones de pesos.
Lo que hoy es una compañía reconocida en redes sociales y medios locales comenzó como un trabajo paralelo mientras Charlotte estudiaba una doble titulación en trabajo social y criminología. Sin embargo, la pandemia de Covid-19 cambió el rumbo de su vida.
Tras quedarse atrapada en el extranjero por un mes y perder su empleo, decidió abandonar la universidad y emprender por su cuenta. "Me despidieron y entonces pensé que debía empezar algo por mi cuenta", relató al New York Post, sin imaginar que en pocas semanas su servicio de limpieza recibiera cientos de solicitudes, superando todas sus expectativas.
Charlotte vive en el oeste de Sídney y con su lucrativo emprendimiento logró comprar su primera casa a los 21 años. Fue en ese momento que se percató que con él ganaría más dinero que con cualquier carrera tradicional: "Podía ganar más limpiando que después de estudiar mi carrera y convertirme en oficial de policía. ¡Era una decisión obvia!", confesó.
Actualmente, su empresa genera ingresos de hasta 1.858 dólares estadounidenses por semana, es decir, cerca de 1.5 millones de pesos chilenos, y aunque reinvierte una parte para seguir creciendo, ha logrado reducir su jornada laboral a sólo 20 horas semanales, distribuidas en tres o cuatro días.
Limpieza con propósito
Más allá de ofrecer un servicio convencional, Care Cleaning Services se enfoca en la limpieza de espacios extremadamente sucios, desordenados o insalubres, muchos de ellos habitados por personas que enfrentan problemas de salud mental o condiciones de vida difíciles.
"Sé que no es para todos. No todos quieren arrodillarse y fregar inodoros, pero para mí es realmente gratificante", explicó Charlotte, quien agregó que "en muchos casos, ayudamos a recuperar la dignidad de las personas".
"Es más difícil que una carrera a tiempo completo, al menos para mí personalmente. Y al final del día, hay más dinero en la limpieza que en trabajos de oficina de 9 a 5", sostuvo.
Con la vista puesta en el futuro, Charlotte tiene una meta clara: convertir su empresa en una franquicia o delegar completamente su administración antes de cumplir 30 años, para poder retirarse y disfrutar los frutos de su esfuerzo.