En el último tiempo se ha registrado un aumento significativo en las consultas médicas por disfunciones sexuales en hombres, un fenómeno que atraviesa todas las edades, desde jóvenes hasta adultos mayores, y según la Clínica Alemana, este crecimiento responde tanto a un mayor reconocimiento de la importancia del tema en la calidad de vida como a la paulatina ruptura de los mitos y estigmas que históricamente han rodeado a estas patologías.
En temas de salud sexual y reproductiva masculina, el doctor Francisco Osorio, urólogo y andrólogo de Clínica Alemana, señaló que la disfunción sexual más común es la eréctil, diagnóstico clínico que implica una dificultad o imposibilidad recurrente para lograr una erección que permita una vida sexual satisfactoria.
"No se trata de que un mal día implique necesariamente un problema de este tipo", explicó el médico, advirtiendo que es común que hombres jóvenes, tras una "mala noche", entren en pánico y terminen desarrollando un problema psicológico asociado.
Causas diversas
El origen de las disfunciones sexuales es variado, y según Osorio, puede tratarse de factores psicológicos o emocionales en pacientes jóvenes, o bien de causas vasculares y neurológicas en hombres mayores.
Por ello, el especialista enfatizó en la importancia de consultar apenas surge el problema, ya que en etapas iniciales el diagnóstico y tratamiento son más sencillos, incluso con exámenes básicos que entregan tranquilidad al paciente.
"Lo importante es que se acerquen de manera precoz, porque en etapas iniciales se puede solucionar haciendo algunos exámenes básicos que permitan que el hombre esté un poco más tranquilo con respecto a su diagnóstico", expresó.
Más allá de la disfunción eréctil
Aunque la disfunción eréctil es la más frecuente, no es la única. También existen otras alteraciones como la eyaculación precoz –que estaría subdiagnosticada debido a la vergüenza de los pacientes al consultar– y las disfunciones del deseo sexual, cada vez más presentes.
Respecto a estas últimas, los especialistas advierten sobre la creciente preocupación en torno a la testosterona, alimentada por información imprecisa en redes sociales.
"Hay muchos mitos respecto a la testosterona. Algunas clínicas la indican como tratamiento antienvejecimiento, con formatos como los pellets, que en Chile no están autorizados por el ISP", señaló el especialista.
Y su recomendación es clara: la testosterona sólo debe administrarse a pacientes que realmente presenten un déficit comprobado y síntomas asociados, como baja en el deseo sexual, menor energía o alteraciones en la calidad de la erección. "No se trata de un rejuvenecedor ni de un suplemento deportivo, sino de un tratamiento médico que debe usarse de forma responsable", concluyó Osorio.