Chile envejece. El envejecimiento de la población mantiene su tendencia al alza, aumentando el porcentaje de personas de 65 años o más de un 6,6% en 1992, a un 14% en 2024, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas.
Ante este escenario, Ducha Segura surje como un empredimiento que responde a las necesidades de un grupo etario en alza, así como de quienes tienen movilidad reducida.
Esta iniciativa busca adaptar tinas y duchas, a través de rebajes. El arquitecto creador de esta iniciativa, Javier Orellana Landaur, busca un alto impacto social, clínico y emocional para darle mayor independencia tanto a los clientes como a los usuarios finales.
“Nuestro foco está en la seguridad, la dignidad y la autonomía. No se trata sólo de adaptar una tina, se trata de devolverle a las personas la posibilidad de cuidarse solas y vivir en su casa el mayor tiempo posible”, explica Javier Orellana, fundador de la iniciativa.
La instalación toma menos de dos horas, no requiere demoler ni modificar cañerías, y está realizada por profesionales certificados en accesibilidad, arquitectura y rehabilitación, informan a través de un comunicado de prensa.
Asimismo, la empresa diseña y fabrica sus propios productos, con materiales antideslizantes, impermeables y resistentes al uso intensivo. Hoy cuentan con soluciones específicas para tinas curvas, esmaltadas, de acrílico o de acero.
“Nuestros clientes tienen un rol de cuidador activo. Buscan soluciones prácticas que no impliquen grandes obras, que no alteren el hogar y que se instalen rápido. Lo que ofrecemos es tranquilidad para ellos y autonomía para sus seres queridos”, señala Orellana.
“Soñamos con un Chile donde cada persona mayor pueda vivir en su hogar de forma segura. No queremos que la vejez signifique resignación o dependencia. Queremos que signifique autonomía, comunidad y tecnología al servicio del bienestar humano”, concluye.