La sepsis es una condición médica grave y muchas veces silenciosa que se origina como respuesta del organismo ante una infección. Su progresión puede ser rápida. Cada minuto, 34 personas mueren en el mundo por esta causa, siendo aproximadamente 30.000 vidas que se pierden por día, lo que la convierte en la principal causa de muerte asociada a enfermedades críticas a nivel global (principal causa de mortalidad en pacientes hospitalizados en Unidades Críticas UPC). En América Latina, las tasas de mortalidad oscilan entre el 30% y el 55%.
Detrás de estos números hay una realidad que no puede ignorarse: gran parte de estas muertes podrían evitarse con un diagnóstico temprano y efectivo.
Tal como explica el doctor Carlos Espinoza, médico microbiólogo del Hospital San Borja Arriarán, “la sepsis es una condición que amenaza la vida del paciente. En este contexto, mientras antes se identifique el agente causal del cuadro, mayor será el beneficio obtenido por el paciente mediante la optimización de la terapia antimicrobiana”.
El diagnóstico microbiológico continúa siendo un estándar clave para detectar sepsis en entornos clínicos. Según el Dr. Espinoza, la toma apropiada de hemocultivos, su envío inmediato al laboratorio y la coordinación entre equipos técnicos y clínicos son determinantes para reducir los tiempos de respuesta. “Se ha visto que por cada hora que se retrasa el esquema antimicrobiano desde que se sospecha la sepsis la mortalidad aumenta aproximadamente en un 7%”, sostiene.
En este sentido, varios estudios muestran que el volumen y el tiempo que transcurre hasta la incubación son variables determinantes para mejorar la recuperación de microorganismos y el tiempo al resultado.
La tecnología utilizada en el laboratorio también mejora los tiempos al resultado, lo que deriva en una mejor respuesta clínica. Herramientas como las pruebas automatizadas de susceptibilidad antimicrobiana permiten entregar resultados rápidos, certeros y confiables. Asimismo, en entornos críticos, donde cada hora importa, estas innovaciones han permitido reducir los tiempos de notificación médica.
Pero no se trata solo de contar con equipos avanzados, el verdadero impacto ocurre cuando el diagnóstico se integra con el tratamiento y la prevención. En línea con el lema global de este año —“5 hechos × 5 acciones”— de la Alianza Global de Sepsis, también propone ampliar la mirada y entender que enfrentar esta condición no se resuelve con una única acción. Desde Becton Dickinson and Company (BD), este enfoque se traduce en una serie de compromisos concretos:
- Reforzar la idea de que la sepsis puede afectar a cualquier persona;
- Destacar el valor del diagnóstico temprano no solo como una herramienta médica, sino como un puente directo hacia decisiones más acertadas;
- Insistir en la formación continua de los equipos de salud para detectar, actuar y prevenir con mayor eficacia;
- Garantizar que la tecnología esté disponible y aplicada con criterio clínico, donde más se la necesita;
- Impulsar la colaboración y visión interdisciplinaria entre laboratorios, médicos tratantes, infectólogos y equipos de control de infecciones como una estrategia real para fortalecer la respuesta sanitaria.
Abordar la sepsis exige acción en múltiples niveles, y solo trabajando de forma articulada es posible generar un impacto duradero, a través de decisiones informadas y basadas en evidencia. “Desde el médico que sospecha de sepsis hasta el tecnólogo que analiza la muestra, cada persona cumple un rol fundamental en una cadena que no puede romperse. Un diagnóstico preciso y a tiempo depende de todos”, concluye el Dr. Espinoza.
Para profundizar en este abordaje, Becton Dickinson and Company (BD), refuerza la necesidad de poner el foco en la calidad diagnóstica como eje clave de la conversación sobre sepsis e invita a escuchar el episodio especial de su podcast Diagnostic Connections. En esta ocasión, el Dr. Carlos Espinoza comparte su experiencia clínica y visión sobre la sepsis. Escúchalo en Spotify: Impacto clínico en la identificación precoz de microorganismos. Porque en un mundo donde la velocidad y la precisión salvan vidas, poner el foco en el diagnóstico ya no es opcional: es la respuesta que la sepsis exige.