Tres viviendas ubicadas en el campamento Mujeres Cabeza de Familia, en Antofagasta, fueron demolidas tras una orden emitida en el marco de una investigación por los delitos de secuestro y tortura. Las estructuras contaban con espacios tipo búnker que, según las diligencias lideradas por Carabineros y la Fiscalía, habrían sido utilizados para cometer los ilícitos.
El operativo de demolición se concretó a las 8:30 de la mañana, contando con un amplio resguardo policial para el personal de Gobierno liderado por la Delegación Presidencial. La acción se centró en tres casas que alojaban los denominados narco búnker Antofagasta.
Espacios tipo búnker y las investigaciones por ilícitos
Las casas demolidas presentaban construcciones irregulares de grandes dimensiones, con casi 200 metros cuadrados que incluían áreas como living, cocina americana, diversas habitaciones y, en algunos casos, terrazas con vista al mar.
No obstante, la atención se centró en los accesos a espacios subterráneos tipo búnker. Las autoridades investigan el uso específico de estos lugares, manejando como parte de las teorías los ilícitos de narcotráfico, secuestro y tortura Antofagasta.
La operación de demolición fue impulsada por una investigación que se inició el pasado 15 de octubre, a raíz de la denuncia de una presunta víctima de secuestro y tortura. De momento, las autoridades no descartan la aparición de nuevos antecedentes o de otras personas afectadas por estos delitos.
Seis detenidos y preocupación por el crecimiento del campamento
Seis personas, todas de nacionalidad extranjera, fueron detenidas por su presunta participación en el secuestro y tortura de la persona que denunció el hecho que culminó con la demolición de los narco búnker de Antofagasta.
Por su parte, el abogado del campamento, Joel Rojas, aseguró que el suceso se trata de un "hecho aislado" que no representa los intereses de la comunidad que habita el sector.
El campamento, que en 2022 registraba poco más de 30 viviendas, ha experimentado un crecimiento acelerado, llegando a poseer más de 700 construcciones irregulares. Esta situación mantiene preocupadas a las autoridades en relación con el ordenamiento territorial y la proliferación de estructuras sin regulación.
La demolición campamento busca dar una señal ante la detección de focos de criminalidad asociados a los delitos de secuestro y tortura en Antofagasta.