Valentina Correa, hija del fallecido empresario Alejandro Correa, habló tras la demolición de la toma Calicheros, en Quilpué, y afirmó que finalmente ha obtenido "justicia".
Durante la jornada del martes 30 de septiembre, a cinco años de la muerte del empresario, se concretó la demolición de 140 viviendas irregulares que ocupaban los terrenos.
Cabe recordar que el desalojo y demolición de Calicheros es parte de un proceso judicial de larga data impulsado por la familia de Correa, quien fue asesinado al día siguiente de haber denunciado la usurpación de su propiedad de 13 hectáreas.
En conversación con LUN, la hija del empresario contó que "como familia podemos respirar tranquilos".
"Yo obtuve justicia, pero no dejó de ser dura, difícil y triste, porque no tengo lo más importante, que es nuestro papá. Eso no lo puedo recuperar. Pero también fue un día de esperanza, porque esta lucha dejó de ser solo de mi familia. Tenía que ver con demostrar que existe institucionalidad, que se puede fortalecer el Estado de Derecho", reconoció.
Asimismo, llamó a este y al próximo gobierno a entender que "detrás de este tipo de loteos existe crimen organizado".
Respecto a qué pasará con las tierras tras la desocupación, la abogada de la familia, Jeannette Bruna, aseveró que "Valentina y su familia siempre han querido que tengan un destino de servicio público. Soñaban que fuera un cuartel de la PDI, porque Quilpué no tiene. También se podría hacer un terminal agrícola".
No obstante, aseguró que saben que el municipio no tiene presupuesto para comprar el terreno, por lo que su plan es venderlo al primero con "algún proyecto que tenga sentido".
