El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy (2007-2012) ha afirmado tras salir este lunes de prisión que "la ley se ha aplicado" y que "la verdad prevalecerá". Sus dichos llegan después de que pasara apenas tres semanas encarcelado, tras ser condenado a cinco años por asociación de malhechores en relación con los fondos recibidos por su campaña de manos del régimen del fallecido líder libio Muamar Gadafi.
"La ley se ha aplicado. Ahora me prepararé para la apelación. Mi energía está centrada exclusivamente en demostrar mi inocencia. La verdad prevalecerá. Esta es una lección que nos enseña la vida. El resto de la historia está por escribir", ha manifestado a través de un mensaje publicado en su perfil de la red social X.
Au moment où je retrouve ma liberté et ma famille, je veux dire à toutes celles et ceux qui m’ont écrit, soutenu, défendu, combien je leur en suis reconnaissant. Vos milliers de témoignages m’ont bouleversé et donné la force de supporter cette épreuve.
— Nicolas Sarkozy (@NicolasSarkozy) November 10, 2025
Le droit a été appliqué.…
Asimismo, ha expresado su "más profundo agradecimiento a todas las personas" que le han escrito, apoyado y defendido. "Vuestros miles de mensajes de apoyo me han conmovido profundamente y me han dado la fuerza para sobrellevar esta dura prueba", ha asegurado el exmandatario francés.
Un tribunal del país ha "considerado aceptable" la petición para su liberación, antes de imponerle una serie de restricciones entre ellas una prohibición de abandonar el país o mantener contactos con personas implicadas en el proceso, entre ellos el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, quien le visitó en prisión el 29 de noviembre.
La Fiscalía había pedido su liberación bajo estas condiciones después de que su equipo legal apelara su sentencia, un proceso que se espera que tenga lugar en 2026, por lo que la petición gira en torno a la posibilidad de que no permanezca en prisión hasta que su condena sea sopesada o ratificada en apelación.
Sarkozy entró en prisión el 21 de octubre denunciando ser víctima de un "escándalo judicial" que ha "humillado" a Francia. El antiguo dirigente conservador, que se convirtió en el primer expresidente de Francia en entrar en la cárcel, siempre ha negado cualquier irregularidad y ha denunciado una supuesta persecución política contra él a través de los tribunales.