Las autoridades chinas de Guangdong han reportado más de 7.000 casos de fiebre chikungunya hasta el 4 de agosto, tras un aumento repentino de infecciones desde finales de julio. Esto, despertó las alertas mundiales ante el temor por una nueva o eventual pandemia.
El insecto que causa la fiebre Chikungunya es una enfermedad viral que se transmite por mosquitos y se ha detectado en más de 60 países de Asia, África, Europa y las Américas.
En concreto, se transmite de una persona a otra a través de la picadura del mosquito hembra ya infectado. Sin embargo, la enfermedad puede aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 a 12 días.
Los síntomas principales son fiebre (superior a 39°), dolores musculares, cefalea, náuseas, cansancio y rash. Los dolores articulares es una manifestación característica de la enfermedad, ocasionando en algunos casos discapacidad y postración.
Según el Ministerio de Salud, la mayoría de los pacientes se recuperan completamente, pero los dolores musculares pueden durar varios meses e incluso años.
Actualmente, no existe tratamiento antivírico específico para tratar el Chikunguya y la terapia solo consiste en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular.
Para evitar su contagio, es evitar la zona endémica con presencia de dicho mosquito y evidencia de transmisión de la enfermedad. Además de:
- Uso de mosquiteros en ventanas, puertas y otros puntos de entrada en la vivienda.
- Eliminar los sitios de reproducción del mosquito, incentivando hábitos y conductas en la comunidad que favorezcan la eliminación de reservorios de agua peri e intradomiciliarias.
- Uso de ropa adecuada, en lo posible de color claro, mangas y pantalones largos, zapatos cerrados.
- Uso de repelente sobre la piel que contengan concentraciones de DEET en un 30%. No aplicar repelentes en menores de 2 meses.