Meses antes de su muerte una de las últimas voluntades del Papa Francisco fue ordenar la disposición de uno de los vehículos en los que se transportaba durante sus visitas internacionales, conocido como papamóvil, para que sea transformado en una clínica móvil que ayude a tratar a niños palestinos heridos en la Franja de Gaza.
El vehículo elegido es el que el Sumo Pontífice utilizó durante su visita a Belén en 2014. Si bien esta clínica móvil podrá ayudar a un número reducido de pacientes, la idea de la transformación del papamóvil refleja su compromiso con los civiles palestinos que se encuentran en medio del fuego entre Israel y Hamas.
"El papamóvil es una señal concreta de que el Papa Francisco estaba preocupado por todo el sufrimiento de los niños en Gaza, incluso después de su muerte", indicó el Cardenal Anders Arborelius de Suecia a través de una correo electrónico.
La idea original de reconvertir el vehículo nació de la organización Caritas y del Cardenal Anders Arborelius, quien se lo comunicó al Papa Francisco. Específicamente dicho papamóvil fue donado por Mahmud Abás, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, durante la visita del Sumo Pontífice.
Para que pueda funcionar como clínica, el papamóvil constará con la presencia de un médico, una enfermera y equipos médicos para poder ofrecer a los niños cuidados básicos como test rápidos de diferentes infecciones, kits de sutura e inyecciones.
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