El Cogat, organismo militar israelí que gestiona asuntos civiles en los territorios ocupados palestinos, reiteró este martes que el grupo islamista Hamás trata de "amplificar la narrativa de la hambruna en Gaza" incluyendo entre los fallecidos por desnutrición "pacientes con enfermedades graves".
"A pesar de la supuesta alta tasa de muertes en julio, el Ministerio de Sanidad de Hamás no publicó las identidades de los fallecidos como ha hecho en el pasado", indicó un comunicado del Cogat.
A ello agregaron que "esta discrepancia entre las informaciones numéricas y las publicaciones (de nombres) individuales levanta dudas sobre su credibilidad".
El Ejército, que cita una investigación "en profundidad" del estamento de seguridad, no ofreció una estimación propia de cuántos muertos ha provocado la desnutrición en la Franja que contraste con las casi 230 defunciones (las de 103 menores entre ellas) registradas por la Sanidad gazatí desde octubre de 2023.
Preguntado por la Agencia EFE por dicha estimación, este no se pronunció.
"El análisis caso por caso de las muertes publicadas muestra que la mayoría de aquellos que supuestamente han muerto por desnutrición tenían condiciones médicas previas que llevaron a un deterioro de su salud no relacionado con su estatus nutricional", insistió el Ejército israelí.
Cogat utilizó como ejemplo el caso de Abdullah Hani Muhammad Abu Zarqa, un niño de unos cuatro años del que algunos medios como la agencia palestina de noticias, Wafa, difundieron imágenes asegurando que sus problemas de salud se debían al hambre.
El comunicado castrense difunde un presunto documento del hospital Nasser de Jan Yunis (sur de Gaza) en el que se apunta que el menor de edad padece raquitismo hipocalcémico resistente a la vitamina D, "una enfermedad genética que causa deficiencias de vitaminas y minerales, osteoporosis y adelgazamiento óseo".
En las últimas semanas, Israel aseguró que otros niños presentados como casos extremos de desnutrición como Mohamed Motawaq (portada de The New York Times) u Osama al Raqab (cuya fotografía abrió Il Fatto Quotidiano), entre otros, padecían enfermedades previas.