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Objeto misterioso derrite parabrisas de un Tesla en plena autopista australiana

Un veterinario australiano vivió lo imposible cuando su Tesla sufrió el impacto de un posible meteorito mientras conducía en modo autónomo.

24horas.cl

Deutsche Welle

Martes 11 de noviembre de 2025

La noche del 19 de octubre de 2025, el veterinario Andrew Melville-Smith regresaba por la solitaria autopista Port Augusta, en el sur de Australia, cuando algo insólito interrumpió el trayecto.

A unos 40 kilómetros de Port Germein, su Tesla Model Y sufrió un impacto que, según sospecha, pudo deberse a un meteorito, un episodio tan improbable que él mismo lo describió como "una entre mil millones".

"Pensé que habíamos tenido un accidente. Fue muy ruidoso, muy violento, totalmente inesperado", relató Melville-Smith a ABC News de Australia

Según relató, una detonación tan potente que parecía una explosión agitó el coche y lanzó fragmentos de vidrio por todo el interior. En segundos, la cabina se llenó de un humo denso con olor a quemado, lo que les hizo temer que el vehículo ardía.

El Tesla siguió avanzando tras el misterioso impacto

A pesar del impacto, el Tesla –que circulaba en modo de conducción autónoma– continuó avanzando sin desviarse. Melville-Smith, que sufrió pequeños cortes por el vidrio, atribuyó al sistema Full Self-Driving (FSD) haber evitado un accidente mayor.

"Si hubiéramos estado en cualquier otro vehículo, habríamos chocado durante esos segundos en que quedamos desorientados", explicó más tarde en un comunicado de su clínica veterinaria.

Los científicos del Museo de Australia Meridional están examinando los restos del parabrisas en busca de residuos espaciales.

Parabrisas derretido: la clave del misterio espacial

Cuando el coche se detuvo, el daño resultó desconcertante: el parabrisas se había derretido parcialmente en el punto de impacto, formando un cráter que luego se solidificó.

Melville-Smith reportó el incidente al Museo de Australia Meridional, que aceptó analizar el parabrisas.

Lo más sorprendente fue la forma del impacto y el hecho de que el vidrio estuviera fundido. Esto debido a que el cristal de un automóvil necesita temperaturas de cientos de grados –muy por encima de las que puede generar un objeto común– para deformarse o fundirse, lo que haría poco probable que se tratara de una piedra lanzada desde un camión o una bala.

En ese sentido, la hipótesis más comentada, aunque aún sin confirmar, es que se trató de un meteorito. De comprobarse, podría ser uno de los primeros casos documentados –si no el primero– de un meteorito que impacta un vehículo en movimiento.

Según ABC News, el conservador del museo, Kieran Meaney, señaló que las probabilidades de algo así son increíblemente bajas: "si hubiera conducido 10 kilómetros más rápido o más lento, no le habría alcanzado".

El parabrisas ya ha sido retirado del vehículo y está bajo análisis para buscar residuos incrustados del objeto. 

"Lo que golpeó el parabrisas desprendía mucho calor; esa es la clave para la que no encuentro una buena explicación", declaró Meaney a la ABC

Aunque él mismo reconoció que otras opciones podrían entrar en juego –como basura espacial o incluso restos de un avión–, por ahora la teoría del meteorito es la que lidera las investigaciones.

El parabrisas del Tesla Model Y mostró un cráter de vidrio derretido tras el misterioso impacto en la autopista australiana.

Escepticismo científico sobre el origen del meteorito

Pero no todos están convencidos. El astrofísico Jonti Horner, de la Universidad del Sur de Queensland, se mostró escéptico: "Dos, tres o cuatro minutos antes del impacto, se debería haber visto una bola de fuego en el cielo, al menos tan brillante como la luna llena", afirmó a ABC News. 

El hecho de que nadie –ni en tierra ni a bordo del coche– viera una luz brillante debilita la hipótesis meteórica. Además, como recordó, los meteoritos suelen estar fríos cuando aterrizan en la Tierra: su capa exterior puede calentarse, pero el interior permanece helado debido a su origen en el espacio profundo.

Una opinión similar comparte la Dra. Ellie Sansom, de la Desert Fireball Network, quien indicó a IFL Science que el caso "no tiene sentido" sin una bola de fuego visible. 

Aun así, los expertos no descartan por completo que se trate de desechos espaciales. En los últimos años, como ha reportado previamente DW, fragmentos incandescentes han caído en distintas zonas del país, lo que hace que esta explicación sea también plausible.

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