El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, evitó responder este viernes si la Administración de Donald Trump busca sacar a Nicolás Maduro (a cuyo régimen calificó de "ilegítimo") del poder en Venezuela, y afirmó que la estrategia es proteger "los intereses" de Estados Unidos. Tampoco quiso opinar sobre si el Gobierno estadounidense necesita la autorización del Congreso para llevar a cabo ataques contra territorio venezolano.
"No ha pasado nada que nos obligue a solicitar la aprobación del Congreso", afirmó Rubio. "Tenemos a un régimen ilegítimo que coopera abiertamente con terroristas que amenazan la seguridad de Estados Unidos", agregó el alto funcionario en la rueda de prensa de fin de año en el Departamento de Estado, en la que también habló de Gaza, Ucrania y otros temas de actualidad noticiosa.
A juicio del jefe de la diplomacia estadounidense, la actual relación de su país con Venezuela "es intolerable" y debe cambiar, y "nada impedirá" a las fuerzas desplegadas en el Caribe aplicar el bloqueo contra petroleros sancionados. Asimismo, dijo que el apoyo ruso al país sudamericano no era preocupante, porque Moscú tiene "las manos ocupadas" con la guerra en Ucrania.
No es "algo serio"
En plena campaña militar sin precedentes contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, Rubio se mostró enérgico al señalar que Estados Unidos "no puede" y no va a firmar ningún "acuerdo de paz" con los grupos que envían drogas al país.
Asimismo, dijo que no considera "algo serio" el llamado de Maduro a los militares de Colombia para que se unan a Venezuela en caso de un ataque estadounidense. "No, nosotros no lo vemos como algo serio en términos de involucrar a las Fuerzas Armadas de Colombia", respondió Rubio en español.
Respecto a Cuba, Rubio señaló que a cualquier Gobierno estadounidense le gustaría ver un cambio radical en Cuba y reiteró sus críticas al Gobierno "terrorista" e "incompetente" que ha "destruido" la isla en sus más de 65 años en el poder. "No es solo porque sean marxistas y terroristas. Son incompetentes. Son personas incompetentes que destruyeron ese país”, dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, hijo de inmigrantes cubanos.