María Ignacia Castro tiene 17 años, pero a los 10 nació su amor por el patinaje artístico sobre ruedas. La joven chilena vivió unos años en Argentina, donde descubrió la disciplina y de inmediato comenzó a tomar clases. Con su gran tenacidad, los éxitos no tardaron en llegar: "Fui Subcampeona en un Sudamericano que se realizó en Brasil en el 2019 y fui tricampeona en todas las disciplinas (figura obligatoria, Libre y Danza) en el 2020".
Llegó la pandemia y su familia decidió volver a Chile, pero poco tiempo después volvieron a emigrar, esta vez a México. Ahí cambiaría su vida, pues cambió las ruedas por el hielo.
"En México quise seguir patinando, pero ruedas no es un Deporte Olímpico, entonces no había manera, porque la respuesta que me dieron es que aquí existe el patinaje sobre hielo y en ese momento mis ojos brillaron de emoción, porque yo era fan del patinaje sobre hielo, amaba como patinaban las rusas, ellas eran mi inspiración. Y según yo era parecido y la verdad es que la técnica es totalmente distinta", contó en diálogo con 24horas.cl.
"En el 2021 empecé a tomar mis primeras clases, pero la verdad me di cuenta que no sabía ni pararme en los patines, entonces le pedí más clases a mi coach y me dijo: patinar 2 horas diarias no es común para una principiante, y yo empecé a patinar 3 horas continuas, pero aparte me quedaba sola entrenando, por lo cual a los 3 meses tuve una exhibición y mi coach me dijo que podría competir. Presenté examen de nivel y ese mismo año competí en un Nacional, quedando subcampeona nacional en México", recordó.
"Al año siguiente, en el 2022, presenté examen de nivel y competí en un nivel más avanzado ya con dos programas y quedé Campeona Nacional. En 2023 nuevamente subí a otro nivel más alto y quedé nuevamente Campeona Nacional. En 2024 nuevamente subo de nivel más alto (son niveles que comúnmente niñas promedio se quedan 2 a 3 años por nivel) pero no pude ir a ese Nacional porque tuve un accidente, caí mal y me esguincé y quedé fuera de circuito. Pero me permitió en este periodo ganar dos patines de oro que se lo dan a deportistas destacadas", explicó.
Pero ahora es turno de las ligas mayores. Y es que María Ignacia fue seleccionada para representar a Chile en el Junior Grand Prix (oficialmente llamado ISU JGP Solidarity Cup) que se llevará a cabo del 1 al 4 de octubre de 2025 en Gdańsk, Polonia.
"Estoy súper emocionada por ir a este certamen. Este es uno de los siete eventos que componen la temporada 2025-2026 del ISU (International Skating Union) Es una competencia donde los mejores atletas de todo el mundo se reúnen bajo los estándares de la ISU. Es un tremendo desafío, pero estoy trabajando realmente duro para dar lo mejor", detalló.
De hecho, esa competición la llevó a trasladarse hasta Canadá para preparar su participación: "Llevo aquí, casi 5 meses en Canadá con Coach Olímpicos que son buenísimos: Jonathan Hunter Mills y Myke Gillman, que me están ayudando un montón con mis saltos, mis rutinas, la verdad con todo, en Thornhill Figure Skating Club en Ontario, Canadá. Ellos son entrenadores de elite y traen un sistema de tecnología especializada y metodologías que me están ayudando mucho. Me siento muy afortunada de estar entrenando con ellos hoy en día".
Casi 15 horas de entrenamiento diarios
Pero para llegar a esta instancia nada ha sido fácil, pues María Ignacia cuenta con un duro entrenamiento que se extiende por cerca de 15 horas diarias. "Yo arranco a las 6:00 am trotando 5km. Regreso, tomo desayuno, y me voy a mi clase de ballet de una hora y media que arranca a las 8:30 am. Salgo de Ballet y me voy al hielo. Hago un poco de calentamiento para evitar lesiones de unos 30 a 40 minutos, entreno 4 horas continuas de hielo, eso empieza a las 10:30 am y termina casi a las 14:30. Vuelo a casa, almuerzo, y descanso".
"A las 16:00 regreso a mi clase de Off Ice, son técnicas de hielo fuera del hielo (como saltos), termino 17:20 y vuelvo a mi casa a la clase de strech que son dos horas de 17:30 a 19:30. Termina y bajo corriendo, porque ya está mi coach de acondicionamiento esperando porque su clase empieza 19:30 hasta las 21:00. Termino, ceno, y me voy a dormir y así se repite de lunes a viernes. Los sábados salgo a correr los 5 Km y solo entreno desde las 8:00 off ice y luego 4 horas de hielo, termino a las 14:00 y me voy a mi descarga con mi fisioterapeuta que sagradamente voy todos los sábados a quitarme todos los dolores de espaldas, golpes, descargas de piernas, etc. El domingo solo salgo a trotar mis 5 km diarios y ya no hago nada más, es mi día de descanso", añadió.
"Nada es al azar"
Y la dieta tampoco es al azar: "Está guiada por mi nutricionista que yo visitó una vez al mes o si tengo un certamen importante encima voy cada 15 días. Mi dieta de basa en mi carga de entrenamiento, por ejemplo yo no me puedo ir a dormir sin cenar, y esa cena está pensada en el día siguiente. Si salgo a trotar no puedo ir con el estómago vacío, debo comer algo. Si estoy en el hielo, en esas 4 horas debo saber llevar mi snack y así todo el día, ó sea todo es pensado, calculado. Nada es al azar. Mi nutricionista siempre se fija si estoy comiendo bien para rendir todas mis horas de entrenamiento".
Las dificultades para llegar a brillar en el patinaje sobre hielo en Chile no han sido pocas, pues ni siquiera existe una pista que cumpla con las medidas exigidas y eso la ha llevado a incurrir en más gastos económicos para trasladarse al extranjero en busca de un escenario ideal para entrenar: "Lamentablemente no hay una pista que cumpla las medidas para entrenar tus programas. Por otro lado los coach, es un deporte invernal y se entiende que no tengamos entrenadores capacitados, de hecho muchas patinadoras de Latinoamérica se van a Estados Unidos o Canadá en busca de estos entrenadores. Y obviamente lo económico, es un deporte muy costoso, y por más que he golpeado varias puertas en busca de una beca deportiva, nadie me responde... estar sola en esta carrera igual es triste".
Sin embargo, los problemas no la detienen y ya tiene claros sus objetivos: "Ahora en puerta tengo este Junior Grand Prix, y varias competencias internacionales, pero la más importante es la de Polonia. Estoy muy enfocada en esta competencia. Mi objetivo principal en el patinaje sobre hielo es seguir creciendo como atleta y como persona, superando mis propios límites cada día y representar a mi país con orgullo en las competencias internacionales".
"Pero también quiero inspirar a otros jóvenes, especialmente a mi país Chile, donde este deporte aún no es tan visible. Quiero demostrar que con esfuerzo, pasión y disciplina, no hay sueños imposibles, incluso en una disciplina tan exigente como el patinaje artístico. Entrenar no es solo para ganar medallas, sino para abrir camino a futuras generaciones, para que más niñas y niños se atrevan a soñar en grande, sin importar de donde vienen. Ese es mi verdadero motor: Crecer yo, para que otros también se atrevan a volar".