Convencida de que puede llegar al sueño mundialista en 2030, tras haberse quedado en las puertas de una clasificación para la próxima Copa del Mundo que hubiera sido histórica, la selección de fútbol de Palestina ha elegido Chile como refugio para seguir haciendo crecer al equipo, perseverar en su sueño y eludir el genocidio y la guerra que han hecho desaparecer cualquier traza el deporte en el país.
Así lo reveló a la Agencia EFE su técnico, Ehab Abu Jazar, quien ha viajado hasta el país sudamericano para buscar posibles seleccionados absolutos -Chile es el país del mundo con más comunidad palestina al margen de los estados árabes- y ayudar a poner las bases de una escuela formativa que permita descubrir talentos jóvenes e incorporar nuevos valores al combinado nacional a futuro.
Todo con la ayuda de una comunidad que se cifra en más de medio millón de personas, con importante influencia política y económica y política, y con el club Palestino, uno de los más importantes de la liga de primera división en Chile, creado por los miles de emigrantes que llegaron al país entre finales del siglo XIX y principios del XX.
“No existe lo imposible para un palestino. Estoy seguro de que tenemos jugadores muy buenos y especiales en todas partes del mundo”, aseguró tras un encuentro de la categoría sub-18 del Palestino, una gran vitrina de futbolistas, especialmente en posiciones como centrales, defensas, laterales y arqueros, las que más falta le hacen.
“Tenemos un gran número de jugadores juveniles fuera de Palestina, nos interesa tener una base de datos con jugadores palestinos en Chile, Líbano, Europa. Donde haya jugadores, nosotros queremos llegar a ellos”, agregó.
La participación de chilenos en las selecciones palestinas data de 2004, recordó el entrenador de 44 años, quien estuvo acompañado de Roberto Bishara y Roberto Kettlun, que defendieron los colores de su país como jugadores y en su opinión “han representado un aporte importante al fútbol palestino”.
UN CENTRO DE ALTO RENDIMIENTO EN CHILE
Pero el proyecto que Abu Jazar quiere impulsar va más allá de sumar jugadores de ligas extranjeras y nacidos en otros países, algo que ocurre desde que Palestina fue aceptada por FIFA en 1998: su idea incluye también un centro de entrenamiento para su selección, en suelo chileno, y con apoyo del club chileno.
“Hemos recibido una cooperación importante del Palestino con todos los recursos que tienen y todos quieren ayudar en este proyecto, por eso agradecemos al club. Esperamos que en el futuro haya algo bueno que mostrar”, dijo.
El técnico nació en Gaza, su madre y hermano viven en una carpa en esa ciudad luego de que su casa fuese destruida en los bombardeos, y asegura que a raíz del conflicto han muerto al menos unos 700 deportistas.
Desde el inicio de la ofensiva israelí más de 60.000 personas han perecido, según datos de diversas organizaciones, mientras que son millones de desplazados y las ciudades están sitiadas.
ELIMINAR EL DEPORTE EN PALESTINA
“Prácticamente no existe el deporte ahora en Palestina, no es solo que no haya torneos es que no hay actividades deportivas. El torneo palestino se ha detenido desde octubre de 2023, hasta ahora se ha afectado todos los aspectos del deporte en Gaza, en Cisjordania poder movilizarse es muy difícil”, relató.
“Ellos buscan eliminar el deporte palestino, pero nosotros a través de las selecciones nacionales intentamos levantar nuestra resiliencia y estar en todas las competiciones por dos razones: lo primero para que el nombre y la bandera de Palestina estén presentes y para seguir mejorando”, remarcó.
Además de los rivales deportivos que deben enfrentar, viven una lucha de supervivencia que afirma “no es algo fácil, pero como palestinos estamos acostumbrados a estar en condiciones difíciles”.
“Creemos que podemos hacer cosas importantes y mientras haya palestinos vamos a continuar”, sentenció.
EL SUEÑO MUNDIALISTA
Clasificar al Mundial por primera vez es un objetivo complejo, y Palestina además tiene que afrontarlo sin poder jugar en su territorio debido a la guerra.
Desde 2019, están obligados a disputar fuera de Palestina todos los partidos internacionales como locales, a pesar de contar con el estadio Faisal Al Husseini en Al-Ram, cerca de la ciudad de Ramala, en Cisjordania, y reconocido por la FIFA.
“A lo mejor alguna gente pueda pensar que es muy difícil o imposible que Palestina pueda llegar a la Copa del Mundo, pero luego de nuestra pequeña experiencia que hemos tenido ha subido mucho la confianza”, comentó.
Abu Jazar asumió primero la selección Sub-23 a finales de 2020, a la que dirigió en los Juegos de Asia en 2023, en los que llegaron hasta octavos de final, y luego sustituyó el tunecino Makram Dabboub en la absoluta.
La selección palestina tuvo una destacada participación en la Copa Asiática en 2023, donde por primera vez en su historia lograron superar la fase de grupos alcanzando los octavos de final y luego quedaron muy cerca de la zona del playoff para la Copa del Mundo.
Su avance a la tercera ronda de las eliminatorias asiáticas y los triunfos ante Iraq y Kuwait, representaron hitos históricos para el fútbol palestino, que quedó a un punto de seguir en carrera.
“Hemos logrado construir una selección que es capaz de llegar a algo importante, tenemos una serie de jugadores que nos permite pensar de esa forma”.