El sábado 13 de enero de 2024, Camila recibió el peor llamado telefónico que seguramente contestará en esta vida: la abuela de su hija (10 años) le intentaba decir entre llantos que habían baleado el auto donde iba la niña con su padre.
Horas después, en el Hospital El Carmen en Maipú, le confirmaban la muerte de la pequeña Agustina Chacón a causa de un disparo en el tórax.
Al mes y medio el supuesto victimario fue capturado y puesto en prisión preventiva. El caso volvió a conmocionar a la comunidad cuando salió a la luz pública que el hombre era un sicario al cual habían contactado desde la cárcel para matar por tres millones de pesos a un traficante, que al parecer – y lamentablemente- se trasladaba por la zona en un vehículo similar al del papá de Agustina.
En febrero próximo comienza el juicio contra el colombiano de 19 años. La familia de la niña solo pide justicia; pero son claros al señalar que ni siquiera eso podrá calmar la ausencia de Agustina y el daño provocado en su familia. Para ellos este país ya no es seguro.
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