Matías Cansino Cordero, de 23 años, fue el motochorro abatido por Carabineros el pasado lunes mientras escapaba de un robo modalidad “salida de banco”, donde junto a otros dos sujetos robó 40 millones de pesos a un empresario en San Bernardo.
Tras su deceso en el hospital El Pino, su cuerpo fue llevado a su casa en Pudahuel sur, desatándose un funeral de extremo riesgo que atemorizó a los vecinos del sector por el alto poder de fuego exhibido.
“Parecían la guerra porque ya es mucho, mucho, muchos los balazos, los fuegos artificiales”, comentó una vecina, mientras que otra sostuvo: “Con metralletas tirando balazos, parecía un infierno aquí”.
Fueron más de 60 horas lo que duró el velorio hasta el funeral, periodo en el que un colegio y de 2 jardines infantiles debieron suspender las clases, mientras que otro recinto que adelantó el horario de salida.
Producto del desarrollo del funeral de extremo riesgo hubo 10 detenidos, algunos por tráfico de drogas, por orden de detención vigente, micro tráfico y lanzamiento de fuegos artificiales.