Halloween, o conocida también como la Noche de Brujas, es una de las jornadas más esperadas por los niños, trae consigo un elevado consumo de dulces que, según advierten los expertos, representa una potencial amenaza para la salud dental. Si bien la celebración en sí misma no es el problema, la extensión del consumo de azúcar más allá del 31 de octubre incrementa el riesgo de daño bucal.
La Dradoctora Carolina Pattillo, directora odontológica nacional de RedSalud, enfatiza la importancia de establecer límites claros. "El consumo de dulces en Halloween es casi inevitable, por lo que mi recomendación es permitirlos dentro de un tiempo determinado —solo ese día— y realizar un buen cepillado con pasta fluorada a los 30 minutos de haberlos consumido", indicó la profesional.
La exposición constante al azúcar es el factor que más favorece la aparición de caries y el desgaste del esmalte. Por ello, mantener la ingesta de dulces por varios días posteriores a la celebración es el escenario de mayor riesgo.
Cuatro estrategias esenciales para evitar las caries
La prevención es clave para proteger la salud dental de los niños tras la ingesta de dulces de Halloween. Los especialistas proponen una serie de acciones enfocadas en reducir el impacto de los azúcares y minimizar la aparición de caries.
1. Definir un tiempo acotado para el consumo
Una de las principales recomendaciones para reducir el riesgo de caries es controlar la exposición de los dientes al azúcar. En lugar de permitir que los dulces se consuman a lo largo de varios días, se aconseja definir un periodo específico —por ejemplo, una hora— durante el cual los niños puedan disfrutarlos. Esta práctica acota la acción de la placa bacteriana.
2. Preferir el consumo de agua
El agua cumple una función neutralizadora en la boca. Su ingesta ayuda a contrarrestar los ácidos generados por el azúcar y facilita la remoción de restos de comida adheridos a los dientes, lo que contribuye a limitar la posibilidad de que la placa bacteriana desarrolle caries.
3. Evitar las golosinas más dañinas
Ciertos dulces poseen características que los hacen más difíciles de remover y más propensos a causar daño. Se sugiere evitar golosinas como calugas, caramelos duros y aquellos con alto grado de acidez, ya que tienden a adherirse por mayor tiempo al esmalte dental.
4. Supervisar el cepillado con pasta fluorada
La higiene bucal posterior al consumo de dulces debe ser rigurosa y supervisada. Se recomienda que los padres guíen el cepillado de los niños con pasta fluorada hasta, aproximadamente, los 12 años, asegurando que la limpieza sea efectiva contra los residuos de azúcar y previniendo las caries.
Finalmente, la profesional de RedSalud aconseja agendar un chequeo dental preventivo una vez finalizadas las celebraciones. Este control permite verificar el estado general de la boca, reforzar las rutinas de higiene e incluso aplicar flúor en caso de ser necesario.