En un contexto marcado por la rapidez y la búsqueda constante de productividad, surgió una práctica que propone lo contrario: bajar el ritmo.
Se trata del puttering, un hábito que, aunque su nombre pueda sonar extraño, consiste en dedicarse sin presión a pequeñas tareas cotidianas.
¿En qué consiste el puttering?
El psicólogo David Zorel explicó en uno de sus videos de TikTok que el término hace referencia a realizar labores diarias de manera relajada y sin prisas, priorizando el disfrute del proceso por encima del resultado.
Las actividades pueden ir desde limpiar, ordenar la casa o regar las plantas, hasta preparar un desayuno. Lo esencial no es la cantidad de tareas realizadas, sino su ligereza y el hecho de mantener la calma mientras se hacen.
El auge de esta práctica responde al cansancio frente a la hiperproductividad y al creciente interés por hábitos de autocuidado accesibles. También ha ganado popularidad gracias a las redes sociales, donde psicólogos y coaches la recomiendan como un recurso eficaz para combatir el estrés.
Según el especialista, las personas con alta inteligencia emocional incorporan el puttering porque reconocen su utilidad para gestionar de manera consciente emociones y pensamientos. De esta forma, fortalecen su resiliencia frente a la presión del día a día.
Los beneficios del puttering
De acuerdo con el centro de psicología MensActiva, esta forma pausada de abordar las labores diarias aporta múltiples ventajas:
- Reduce el estrés: al activar el sistema nervioso parasimpático, promueve la relajación y la recuperación del cuerpo.
- Fomenta la atención plena: al centrarse en el aquí y el ahora, ayuda a reducir preocupaciones sobre el pasado o el futuro, de manera similar al mindfulness.
- Incrementa la sensación de logro: incluso las tareas simples generan satisfacción cuando se completan.
- Estimula la creatividad: al dar espacio a la mente para divagar de forma tranquila, se favorece la aparición de ideas nuevas.
- Fortalece el autocuidado: permite reconectar con uno mismo y recuperar energía.