El actor y director de “Cuando Harry conoció a Sally” Rob Reiner y su esposa, Michele Singer Reiner, fueron encontrados muertos a puñaladas. Su hijo, Nick Reiner, es considerado el principal sospechoso del doble homicidio.
La pareja fue hallada sin vida en su residencia de Los Ángeles, con heridas de arma blanca.
La policía ha detenido e imputado a su hijo, Nick Reiner, de 32 años, como principal sospechoso, fijándole una fianza de cuatro millones de dólares.
El espantoso hallazgo ocurrió el domingo por la tarde y fue la hija menor del matrimonio, Romy Reiner de 28 años, quien encontró los cuerpos y dio aviso a las autoridades.
Romy alertó de inmediato a los oficiales sobre el posible autor del doble asesinato, sería su hermano Nick.
"Amamos a todos nuestros hijos, incluso a los malos"
En medio de la dolorosa noticia, una frase dicha meses atrás por Rob Reiner ha adquirido un nuevo significado, revelando las tensiones que se vivían en la familia.
En septiembre, durante una entrevista en el programa Piers Morgan Uncensored, Reiner repasó sus seis décadas de trayectoria. Cuando se le preguntó cuál de sus películas reflejaba mejor el legado que quería dejar, respondió tajantemente.
"Bueno, o sea, la gente tiene sus favoritos. Es el cliché: ‘Amamos a todos nuestros hijos, incluso a los malos’".
Rob Reiner junto a su esposa Michele y sus hijos Jake, Romy y Nick en la 41ª Gala anual de los Premios Chaplin en el Avery Fisher Hall en 2014
En aquel momento, sus palabras fueron interpretadas como una referencia al vínculo emocional que mantenía con sus trabajos menos exitosos. Hoy, sin embargo, se entiende como una posible referencia a la difícil relación con uno de sus hijos, y su amor incondicional a pesar de los conflictos.
La lucha silenciosa de la familia
La relación de la pareja con su hijo Nick había sido complicada durante años, debido a sus constantes problemas de adicción y salud mental, una lucha que la familia había intentado mantener en privado.
De hecho, en 2015, Rob y Michele compartieron su arrepentimiento por la forma en que manejaron la situación familiar: "Nos metimos en problemas, pero todo el proceso para mí me hizo entenderlo mucho más y creo que me convirtió en mejor padre, espero que así haya sido", dijo el director sobre el proyecto Spinal Tap II: el final continua, obra escrita por Nick que cuenta la historia de un joven adicto de 18 años con una pésima relación con su padre.
La última aparición pública de la familia unida fue ese mismo mes de septiembre, cuando Rob, Michele, y sus tres hijos: Jake, Nick y Romy, asistieron al estreno.
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