Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, cuidar a las mascotas de los golpes de calor se vuelve esencial para prevenir riesgos que pueden ser graves o incluso mortales. Adoptar ciertas medidas simples pero efectivas ayuda a proteger su salud y bienestar.
Durante los días calurosos, es común que los animales disminuyan su apetito y aumenten el consumo de agua. “Es importante ofrecerles el alimento durante las horas más frescas del día para no bajar su ingesta de nutrientes y mantener permanentemente agua limpia y fresca a su alcance. En el caso de los gatos, es muy importante contar con bebederos tipo fuentes de agua, que estimulen su consumo”, señala María José Ubilla, médica veterinaria y subdirectora de la Escuela de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales de la Universidad de O’Higgins (UOH).
Para quienes tienen mascotas en patios o exteriores, es fundamental garantizar sombra suficiente y evitar que los recipientes de agua queden expuestos al sol. Dentro del hogar, se debe cuidar que los espacios donde estén no sean zonas calurosas o mal ventiladas, como terrazas cerradas con ventanales. “Dejar acceso a espacios con pisos cerámicos, como cocinas o baños, puede ser una excelente opción, ya que suelen ser los más frescos”, recomienda Ubilla.
La experta subraya la importancia de pasear a las mascotas en horarios frescos, como temprano en la mañana o al atardecer, para evitar la exposición a rayos UV y proteger sus patas de superficies calientes como asfalto o arena.
En caso de un golpe de calor, los síntomas incluyen decaimiento, jadeo excesivo, frecuencia cardiaca elevada y respuesta limitada a estímulos. “Si esto ocurre, se deben mojar sus patas, colocar toallas húmedas en el abdomen y acudir rápidamente a un centro veterinario para su atención”, explica.
Consejos básicos para esta temporada
- Hidratación: agua fresca siempre disponible y ubicada en espacios sombreados.
- Sombra y ventilación: proporcionar un área segura y fresca donde puedan descansar.
- Horarios de paseo: evitar las horas de mayor calor y proteger sus patas del suelo caliente.
- Cepillado regular: en especial para mascotas de pelaje largo, ayudando a reducir el exceso de calor.
- Consulta veterinaria: ante cualquier duda o comportamiento inusual, acudir al veterinario.