Mientras continúa el operativo masivo de búsqueda de Luz Espinoza Galáz mujer de 55 años desaparecida desde el pasado 30 de octubre en la comuna de Malloa, su expareja rompió el silencio y entregó su versión de los hechos, negando cualquier conflicto previo y contradiciendo los testimonios de vecinos que aseguran haberlos visto discutir el mismo día de la desaparición.
El caso mantiene en alerta a la Región de O’Higgins, donde la Policía de Investigaciones (PDI), en coordinación con la Fiscalía de Rengo, desplegó este martes un segundo operativo masivo, con más de 120 funcionarios provenientes de distintas regiones, incluyendo la Metropolitana.
La búsqueda se concentra en la localidad rural de Malloa, abarcando cinco sectores al interior de predios agrícolas, con especial énfasis en tranques, canales de riego y zonas con presencia de agua, utilizando botes y equipamiento especializado. En el operativo también participan Bomberos y el Ejército, como apoyo logístico.
La versión de la expareja de Luz Espinoza
En medio de los trabajos policiales, la expareja de Luz Espinoza, Manuel Cáceres, quien vive en un terreno colindante, accedió a conversar con la prensa y rechazó tajantemente cualquier vínculo con la desaparición.
“No tengo nada que esconder. Fue ella la que buscó el conflicto”, afirmó.
El hombre también tuvo una conversación en vivo con CHV, donde aseguró que no mantenía contacto alguno con la mujer: “Yo no tenía contacto con ella, nada, nada… Yo entraba al portón y nada más. No sabía si estaba ahí o no”.
Consultado sobre versiones que indican que Luz quería que abandonara el lugar, el hombre reconoció esa intención, aunque sostuvo que no tenía dónde irse. “Sí, quería que me fuera, pero no encontré dónde irme. Si encontrara dónde irme, me voy”, señaló.
Asimismo, negó haber sostenido una discusión con la mujer el día de su desaparición, desmintiendo directamente a testigos del sector que afirmaron haberlos visto enfrentados horas antes de que se perdiera su rastro. También rechazó una acusación particularmente grave: haber amenazado a su expareja con una motosierra, hecho que vecinos habrían mencionado durante la investigación.
“Ella me trataba muy mal a mí. Yo nunca la traté mal”, sostuvo el sospechoso, descartando cualquier participación.