¿Te enfadas cuando otros critican a tu país? ¿Sientes que el mundo sería un mejor lugar si tu país tuviera más influencia? ¿Deseas que otros países reconozcan más rápidamente la autoridad del tuyo?
Estas preguntas son parte de una escala que se utiliza en la investigación de una característica de la quizás no sepas, pero de la cual sufres si respondiste que sí a alguna de ellas: el "narcicismo colectivo".
Muchos entendemos la construcción sicológica del narcisismo aplicada a un individuo: se trata de alguien que es ostentoso y demasiado confiado en su comportamiento externo, pero que vulnerable en su interior.
El narcisismo colectivo es algo diferente: se manifiesta cuando alguien exhibe una creencia exagerada en la superioridad del grupo al que pertenece, ya sea una pandilla, religión o nación, pero en el fondo se siente inseguro acerca del prestigio de su grupo, y por lo tanto anhela el reconocimiento de otros.
Esta fragilidad es lo que diferencia el narcicismo colectivo del simple orgullo nacional.
Una prueba polémica
Uno de los instrumentos con que los psicólogos han estudiado el narcisismo colectivo es la Prueba de Asociación Implícita (IAT, por sus siglas en inglés).
Puede realizarse de diferentes formas, pero normalmente implica presionar teclas para decidir si una palabra se ajusta a diferentes categorías.
La idea básica es que somos más rápidos para responder cuando se asigna la misma tecla a las categorías que asociamos en nuestra mente.
Si tienes confianza en ti mismo, por ejemplo, responderás más rápido si tienes que usar la flecha izquierda para escoger tanto palabras positivas como las que se refieren a ti.
Cuando es colectivo
Cuando se trata de narcisismo colectivo, un ejemplo ilustrativo es una investigación en Polonia.
Los polacos que mostraban signos de narcisismo colectivo eran más lentos que el promedio en asociar símbolos polacos con palabras positivas.
Aunque se debate cómo interpretar el IAT, los hallazgos indican que -al menos en algún nivel- los narcisistas colectivos polacos no percibían a su grupo nacional de una manera positiva. Y eso explica por qué buscaban desesperadamente la afirmación del valor de su país en otras personas.
Otra evidencia sugiere que ciertos aspectos del narcisismo colectivo emergen como una manera de compensar sentimientos de insuficiencia personal, de la misma manera que los narcisistas individuales pueden alardear su importancia para ocultar su ansiedad.
Aleksandra Cichocka y sus colegas de la Universidad de Varsovia descubrieron recientemente que las personas que se sentían menos en control de sus vidas tenían más probabilidades de mostrar signos de narcisismo colectivo, por ejemplo.
En este sentido, los investigadores también descubrieron que podían hacer que aumentara la puntuación en la prueba de narcicismo colectivo si instaban a los participantes a pensar en los momentos de sus vidas cuando no tenían control de ellas.
Por el contrario, alentarlos a pensar en los momentos en que se sentían en control tuvo el efecto de reducir dicha puntuación.
Desde Fromm y Adorno
El concepto de narcisismo colectivo no es nuevo.
Fue formulado por primera vez por el psicoanalista Erich Fromm y el sociólogo Teodoro Adorno en los años 30, pero el creciente interés de los psicólogos sociales por la idea es especialmente oportuno, dada la agitación política mundial en este momento.
De hecho, la ex profesora de Cichocoka, Agnieszka Golec de Zavala, en Goldsmiths, Universidad de Londres, encontró pruebas preliminares de que los narcisistas colectivos estaban más dispuestos a votar por Donald Trump y el Brexit (pero eso no significa que todas las personas que votaron por Trump y el Brexit eran narcisistas colectivos).
Los políticos desde ambos lados de cualquier debate pueden apelar al narcisismo colectivo en mayor o menor medida.
También es intrigante -y potencialmente relevante- que los narcisistas colectivostienden más a creer en teorías de la conspiración, especialmente aquellas que involucran a personas ajenas.
Por ejemplo, otro estudio de Golec de Zavala y Cichocka, publicado el año pasado, encontró que los polacos que obtuvieron una alta puntuación en narcisismo colectivo se inclinaban a creer que el accidente del avión de Smolensk en 2010 (en el que murieron el presidente polaco y decenas de otros políticos) fue un acto de terrorismo cometido por los rusos.
Más hostilidad
Golec de Zavala y Cichocka sugieren que el narcisismo colectivo podría alentar la hostilidad entre los países, ya que los narcisistas colectivos también son más proclives a justificar la venganza cuando sienten que su grupo ha sido insultado.
En un estudio publicado el año pasado, por ejemplo, los participantes turcos que obtuvieron una alta puntuación en narcisismo colectivo fueron más propensos a decir que era una humillación nacional que no se le permitiera a su país incorporarse a la Unión Europea (UE), y al mismo tiempo dijeron que sintieron placer de ver que el bloque enfrentaba dificultades económicas.
Del mismo modo, los portugueses con narcisismo colectivo vieron a Alemania como una amenaza (presumiblemente porque culparon a los alemanes por las medidas de austeridad de la UE impuestas a Portugal) y dijeron que disfrutarían de cualquier oportunidad de tomar represalias contra los alemanes.
Otro estudio con estudiantes estadounidenses encontró que aquellos que obtenían un mayor puntaje en narcisismo colectivo eran más propensos a apoyar una agresión militar.
Distinto al orgullo nacional
A pesar de estos hallazgos, vale la pena subrayar que el narcisismo colectivo es muy diferente a otros tipos de orgullo nacional, y los sentimientos positivos sobre el propio país pueden traer muchos beneficios.
De hecho, en su reciente artículo sobre el tema, Cichocka explica que tener un fuerte sentido de identificación con un grupo mayor puede ser constructivo.
La gente puede encontrar un gran propósito y significado en hacer las cosas por el bien de su grupo, y el patriotismo saludable es asociado con más tolerancia y comprensión de otras nacionalidades.
Lo que distingue al narcisismo colectivo es su tono defensivo y paranoico, y el insaciable deseo de reconocimiento por parte de los demás.
Otra cosa a tener en cuenta es que numerosas investigaciones sobre el narcisismo colectivo sacan de la ecuación la influencia de otros constructos psicológicos, incluyendo los considerados negativos, como la glorificación de grupo (creer en la superioridad de uno sobre los otros), o positivos, como el patriotismo constructivo (amar al país propio al mismo tiempo que se reconocen los defectos y se buscan vías de ayudar a su mejoramiento).
En el desorden de la vida real, por supuesto que muchos de nosotros tenemos este tipo de sentimientos en diversos grados, todos al mismo tiempo.
Y nuestras actitudes y creencias pueden cambiar con el tiempo: no están talladas en piedra.
No obstante, lo que ha venido pasando a nivel internacional recientemente parece indicar que empezaremos a prestarle más atención a este poco conocido tipo de personalidad.
El doctor Christian Jarret edita el blog de la British Psycological Society's Research Digest. Su próximo libro, "Personology", se publicará en 2019.