El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha avalado este miércoles la ley del estado de Tennessee que prohíbe que los menores transexuales puedan recibir tratamiento para avanzar en su transición de género, en un simbólico fallo que sienta jurisprudencia para los múltiples frentes judiciales abiertos en todo el país por regulaciones similares.
El Supremo ha hecho valer su mayoría conservadora para rechazar por seis votos a tres el recurso que presentó en su día el Gobierno del demócrata Joe Biden. Casi la mitad de los estados tienen leyes similares a la de Tennessee, pero la de este miércoles es la primera sentencia sobre este tema que emana del máximo tribunal norteamericano.
El presidente del Supremo, John Roberts, ha alegado en la resolución que el debate científico y político sobre este tipo de tratamientos ha derivado en "serias dudas" sobre su conveniencia, teniendo en cuenta además que "las implicaciones para todas las partes son profundas", informa la cadena CNN.
En este sentido, sostiene que la cláusula de la Constitución que garantiza la protección igualitaria de todos los ciudadanos "no resuelve estas discrepancias", lo que sitúa al Alto Tribunal en la órbita de las tesis que siempre ha defendido el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Para la jueza Sonia Sotomayor, representante del bando liberal en el Supremo, la corte "abandona (con su sentencia) a los niños transgénero y a sus familias frente a caprichos políticos".
La ley de Tennesse veta la oferta o aplicación de tratamientos de afirmación de género a aquellos menores a los que se les ha diagnosticado con disforia.