Una policía, identificada como Agustina Caro, fue encontrada muerta con un disparo en la cabeza el domingo por la tarde dentro de su vivienda en Chaco, Argentina, luego de que su novio, también un oficial, llamara a las autoridades.
Según lo informado, la pareja de la víctima denunció que la mujer se había suicidado con su propia arma. Sin embargo, la declaración fue puesta en duda.
Ante la situación, la fiscalía ordenó la preservación del lugar del hecho y la intervención de la policía científica sobre la escena del crimen. Además, se pidió la incautación el teléfono celular del novio de la mujer debido a una "aparente discusión previa".
Con los resultados de las pericias y un análisis de los celulares, se confirmó la presencia de la pareja de la policía el momento en que ella murió, por lo que la fiscalía detuvo al hombre como sospechoso.
De este modo, la razón de muerte de la mujer pasó de un suicidio a una "muerte dudosa" y quedó a cargo de la Fiscalía de Investigaciones, dirigida por Gustavo Valero.