La persona más longeva del mundo, la monja brasileña Inah Canabarro, falleció este miércoles 30 de abril a los 116 años de edad. La información fue confirmada por la Congregación de las Hermanas Teresianas, con quienes residía en Porto Alegre, Brasil. Bendecida por el difunto papa Francisco en 2018, fue la segunda monja más longeva de la historia, después de la francesa Lucile Randon, que vivió hasta los 118 años.
El título de la persona más anciana lo ostenta desde enero de este año, luego de la muerte de la japonesa Tomiko Itooja, quien también tenía 116 años. Ahora, quien ostenta ese honor es Ethel Caterham, una residente de la ciudad inglesa de Surrey, de 115 años y 252 días, según datos del grupo de investigación gerontológica de Estados Unidos (GRG) y LongeviQuest.
Inah Canabarro nació el 8 de junio de 1908, de acuerdo a documentos de GRG. Si bien tuvo una salud frágil, a los 16 años ya se inició como religiosa en Santana do Livramento, en la frontera con Uruguay, antes de vivir brevemente en Montevideo.
Fue ordenada monja a los 26 años y tuvo una larga carrera de servicio religioso como profesora y secretaria. Consultada sobre las razones de su longevidad, lo atribuyó a Dios. "Él es el secreto de la vida. Es el secreto de todo", dijo.