El líder norcoreano Kim Jong-un acusó a Corea del Sur y Estados Unidos de mostrar "su voluntad de iniciar una guerra" con sus maniobras militares conjuntas y prometió una rápida expansión nuclear de su país, informó este martes la agencia estatal KCNA.
Las declaraciones fueron tras la inspección del destructor de 5.000 toneladas Choe Hyon, el primero del tipo desarrollado por Pionyang, donde supervisó la prueba integrada de sistemas de armas y la formación de los marineros, según la agencia.
Kim dijo que en el astillero de Nampo, provincia de Pyongan del Sur, a unos 70 kilómetros de la capital norcoreana, que los ejercicios militares Ulchi Freedom Shield (UFS), iniciados la víspera por Seúl y Washington, revelan abiertamente su postura más hostil contra Pionyang.
"El intensificado vínculo militar entre Estados Unidos y Corea del Sur y sus demostraciones de fuerza son la manifestación más obvia de su voluntad de iniciar una guerra y la fuente de la destrucción del ambiente de paz y seguridad en la región", señaló.
Añadió que la situación exige "una expansión acelerada de la nuclearización".
"La manera más confiable y firme de controlar y mantener el entorno de seguridad de la región y defender sólidamente la soberanía y la seguridad norcoreana es únicamente hacer que los enemigos le teman a Corea del Norte", afirmó.
"Las Coreas no son enemigas"
El desarrollo de los destructores de esta clase no ha estado exento de contratiempos. En mayo, un segundo destructor del mismo tipo se volcó durante su botadura, un episodio embarazoso para Pionyang.
Tras ser reparado, fue relanzado en junio bajo el nombre de Kang Kon y el régimen anunció que planea ampliar la serie en dos más para 2026.
En el evento del lunes, Kim recibió un informe sobre la construcción de un tercer buque de la misma clase en el astillero de Nampo, indicó la KCNA.
Las maniobras UFS, que se extenderán hasta el 28 de agosto, incluyen simulaciones de puesto de mando, ejercicios con fuego real y entrenamientos de defensa civil. Corea del Norte considera estas maniobras como ensayos de invasión, mientras que los aliados sostienen que son de carácter defensivo.
El presidente surcoreano Lee Jae-myung ofreció el viernes pasado, en el marco del aniversario del Día de la Liberación, un mensaje conciliador, asegurando que "las Coreas no son enemigas" y prometiendo restaurar el acuerdo militar de 2018.
Pionyang, sin embargo, cerró la puerta a un diálogo con Seúl y mantiene que solo contemplaría conversaciones con Washington si se elimina la desnuclearización de la agenda.