Un bombardeo de Estados Unidos mató esta madrugada a "decenas" de migrantes africanos que se encontraban retenidos en un centro de custodia preventiva supervisado por la Organización Internacional de Migraciones y la Cruz Roja en la ciudad yemení de Sadá, informó el ministerio de Interior de los hutíes.
Una fuente de seguridad citada por la agencia yemení de noticias SANA, controlada por los hutíes, dijo que "la agresión estadounidense tuvo como objetivo a los reclusos de un centro de detención para inmigrantes africanos en la prisión preventiva de Sadá" e informó de "decenas de víctimas".
Fuentes médicas y de seguridad, citadas por el canal de televisión Al Masira, portavoz de los insurgentes hutíes, aseguraron que un total de 35 cadáveres han sido recuperados de entre los escombros del centro atacado y al menos 30 personas se encuentran desaparecidas.
Según las fuentes, al menos 50 heridos de diversa gravedad se han trasladado a un hospital de Sadá, bastión de los rebeldes hutíes, y cuna de su máximo líder, Abdelmalek al Hutí.
Imágenes difundidas por Al Masira muestran decenas de cadáveres entre las ruinas del centro de detención, que alberga migrantes africanos que entraron irregularmente en territorio yemení.
Ese mismo centro de retención había sido atacado por la aviación saudí en 2022 en el contexto de la intervención de una alianza árabe liderada por Riad en la guerra civil del país árabe, un bombardeo que dejó cerca de un centenar de muertos.
"El centro de retención de inmigrantes africanos albergaba a 115 personas, decenas de las cuales murieron (...) atacar a civiles inocentes y a migrantes es un crimen que se suma al historial de crímenes estadounidenses contra el pueblo yemení y la humanidad en su conjunto", dijo el Ministerio del Interior hutí en una nota difundida por Al Masira.
Asimismo, los rebeldes hutíes denunciaron que este ataque contra un "refugio" bajo supervisión de organismos internacionales constituye "un crimen de guerra en toda regla".
"La administración estadounidense tiene plena responsabilidad por el atroz crimen contra los inmigrantes africanos", añadió.
Según los hutíes, uno de los misiles estadounidenses que golpeó la prisión no explotó y las autoridades lo están manejando "con extrema precaución".
El domingo se registraron otros bombardeos estadounidenses, los que causaron la muerte de otras ocho personas, entre ellas mujeres y niños, en unas viviendas en el suburbio de Bani al Harith, al norte de la capital del Yemen, Saná, según reportó Al Masira.
Por orden del presidente Donald Trump, Estados Unidos inició el 15 de marzo una campaña de bombardeos sin precedentes contra el Yemen con el objetivo declarado de destruir las capacidades militares de los hutíes, pero los insurgentes denuncian que estos ataques han golpeado sitios civiles y causado hasta la muerte de alrededor de 200 personas.
Con esta campaña, Washington espera que los insurgentes sean incapaces de interrumpir la navegación comercial en el mar Rojo con sus operaciones contra buques que transitan por la zona, así como que detengan sus ataques contra Israel en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza.
Los hutíes, respaldados por Irán, lanzaron desde el inicio de la guerra en Gaza alrededor de un centenar de ataques directos contra Israel y decenas más contra barcos comerciales en los mares Rojo y Arábigo, lo que ha provocado campañas de represalia tanto del Estado judío como de una coalición internacional capitaneada por EE.UU. y el Reino Unido.