Martina Weil continúa brillando en el atletismo, con un 2025 cargado de récords nacionales en 200 y 400 metros planos, y ahora se prepara para disputar el Mundial de Tokio, que comienza el próximo 13 de septiembre. En medio de ese gran presente, la atleta chilena recordó la polémica protagonizada por su madre en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.
El escándalo se desató en los minutos previos a la prueba de la posta 4×400 cuando Berdine Castillo y Poulette Cardoch fueron reemplazadas por Fernanda Mackenna y Violeta Arnaíz por decisión del entrenador Marcelo Gajardo, pese a que las primera tenían mejores marcas. Tras ello, las involucradas acusaron maltratos y presiones de parte Ximena Restrepo -madre de Martina-, lo que continuó en un juicio donde finalmente el Comité Nacional de Arbitraje Deportivo (CNAD) dejó absueltos a los acusados.
El conflicto salpicó de inmediato Weil debido a la figura polémica de su madre y terminó siendo objeto de duras críticas de parte de la opinión pública. Ahora, casi dos años después de ese episodio, la deportista recordó lo ocurrido y cómo le afectó.
“Fue penca, muy fome. La gente decidió interpretar las cosas como se les dio la gana, y eso fue lo penca. Pero me sirvió para darme cuenta rápidamente de quiénes eran las personas que iban a estar a mi lado cuando las cosas fueran mal”, señaló Weil en diálogo con la Revista Ya.
“Ahora que me está yendo bien de nuevo, estoy recibiendo mucho cariño y buena onda, pero recuerdo perfectamente quiénes me acompañaron cuando se decían cosas sobre mí que no eran verdad”, agregó.
“Yo me quería meter en un hoyo y no salir nunca más. Me duró harto tiempo eso. Todo el año pasado tenía cero ganas de ir a Chile, de abrir Instagram, publicar fotos, nada”, recordó.
En esa línea, la velocista aseguró que aquella polémica le afectó en su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024: "Al terminar, me estaban esperando y no hablé con ningún periodista, porque solo habían hablado mal de mi mamá y de mí, y además esperaban una entrevista con la cara llena de risa después de haber corrido mal. Es su pega, lo sé, pero es difícil no tomárselo personal cuando escriben de ti”.
“Los tiempos que marqué no fueron tan terribles, la verdad. No fue tan malo. Pero el atletismo era mi lugar seguro, donde hice amigos, armé otra familia y sentí que me habían apuñalado por la espalda. Perdí mi lugar seguro. Cambió mi relación con el deporte”, concluyó.