Sábado 7 de junio por la noche, Intuit Dome de California, el lugar está a reventar entre gritos y pifias para el campeón de WWE: John Cena. Su lucha frente a Cody Rhodes y Jey Uso llega a su clímax, pareciendo que todo está dispuesto para la victoria del "último verdadero campeón de WWE". De pronto un desconocido vestido de negro entra al ring, atacando con furia al "rapero mayor". El shock aumenta al ver que el encapuchado es Ron Killings, el interprete detrás del luchador "R-Truth" al cual WWE le rescindió contrato.
Al finalizar el espéctaculo, en conferencia de prensa el jefe de contenidos de WWE, Paul "Triple H" Levesque, fue consultado por el caso luego de una bullada semana llena de rumores de despidos y desencuentros con la superestrella liberada. Las palabras del ex "asesino cerebral" fueron categóricas: "Me encanta esa pregunta. ¿Estás disfrutando del espectáculo? Todo forma parte del show".
¿Es la lucha libre falsa?
Según el miembro del Salón de la Fama de WWE y ex Mr. USA, Tony Atlas, "el wrestling es el arte de convertir la ficción en realidad" mientras que para el ex-campeón de WWE, Drew McIntyre, la explicación es mucho más simple: "Esto es como una telenovela de acción en vivo. Hacemos nuestras tomas de una sola vez frente a una audicencia en vivo, es un producto muy interactivo. Nunca hemos dicho que sea real."
Por años, el secreto mejor guardado del negocio era si los resultados estaban o no manipulados por la empresa que realizaba el show. A esto se le sumaba si los luchadores realmente tenían una rivalidad fuera del ring. La llegada del internet en los '90 y el bullado caso de esteroides de WWE provocó que dicho secreto fuera revelado al público: Todo era parte del espéctaculo.
En la actualidad una parte importante de la fanáticada de esta disciplina entiende que es un show guionizado, al igual que una película, una serie de televisión o una obra de treatro. A pesar de lo que pueda parecer, las mentes detrás de la lucha libre no ven con malos ojos esta información de cara al público. El actual mandamás de WWE, Triple H, ve esta nueva perspectiva como una oportunidad para el negocio.
"La gente que no son fans dirán: Todos esos fanáticos de la lucha libre son unos estúpidos por no darse cuenta que eso no es real. No, estas personas son lo suficientemente inteligentes para aceptar el hecho que esto es un show y creer en estos personajes y tramas, sumergirse en ellas de esa manera", comentó el 13 veces campeón.
Con todo lo comentado queda en claro que la lucha libre podría ser denominada como "falsa", pero que el resultado esté indicado desde el comienzo no le quita realidad a las lesiones, caídas a metros de altura y problemas fuera del ring. Drew McIntyre comentaba con ironía en un podcast: "Si alguien descubre cómo fingir la gravedad, por favor dígamelo. Cada vez que salto, sigo cayendo y duele".
¿Qué es el kayfabe?
El Kayfabe es un término de la jerga del mundo de la lucha libre que carece de traducción y es, a ratos, complejo de explicar. Básicamente se denomina kayfabe a la realidad que se vive en el show, sea esta verdad o no. Un ejemplo de esa fina línea de realidad y ficción es lo ocurrido con Triple H en el debut de su personaje "The Game".
HHH era un luchador en ascenso, hasta que en 1994 fue parte de una infame lucha que mató la ilusión de miles de fanáticos. En una noche histórica en el Madison Square Garden en un show no televisado, Scott Hall y Kevin Nash luchaban en su última presentación en la entonces WWF. En el combate también participaba Shawn Michaels, amigo de Levesque y cara de la compañía. Terminado el enfrentamiento los cuatro guerreros se unieron en un abrazo como gesto de buena suerte para esta nueva etapa por separado.
El problema: Villanos y héroes se estaban rindiendo cariño y respeto en medio del ring. Alguien grabó el momento, haciendose rápidamente viral entre foros y páginas de la época. La situación generó tanto revuelo que para muchos fue la muerte de la lucha libre tal como se conocía. Este hecho no podía quedar impune y las consecuencias cayeron todas sobre el joven Paul Levesque. Su personaje pasó de ser un villano con proyección a un payaso al cual todos derrotaban. Perdiendo toda credibilidad de cara a la gente.
Casi cuatro años después, Triple H ha escalado nuevamente en la cartelera, cambió su aspecto físico y se encarama en el evento principal de WWE con su nuevo personaje: The Game. En una legendaria entrevista con Jim Ross, Paul Levesque suelta su rabia acumulada por años de humillaciones. Mezclando su realidad como empleado de la empresa, con la historia construida arriba del ring.
"Esto es sobre cuatro años atrás, Madison Square Garden. Yo salí al ring a despedir a mis amigos: Kevin Nash, Scott Hall, Shawn Michaels. ¿Quién fue castigado por eso JR? Yo ¿sabes por qué? Porque nadie tuvo las agallas de defenderme en esa oficina (...) Eso me hizo sentirme enfermo, cada vez que los veía a ustedes (los guionistas). Me daba asco saber lo que me hicieron a mí, me dejaron atrás. Ustedes hablan de que hay que estudiar el juego. Yo soy el jodido juego JR. No hay nadie que coma, duerma o respire más este negocio que yo".
La emoción de Levesque y las reacciones incomodas de Jim Ross dan a entender que dichas palabras no estaban en el guión. Y de estarlo buscaban salir desde lo más profundo del corazón de Triple H. Así mismo se han visto hechos reales que impactan en la fantasía de la lucha libre. Desde la muerte de Paul Bearer, manager del Undertaker, que sirvió de motor para una rivalidad entre "el hombre muerto" y CM Punk. O la polémica rivalidad entre Matt Hardy y Edge, en donde llevaron a pantalla el quiebre amoroso entre Matt y Lita, quien ahora salía con "La superestrella categoría R".
Por lo mismo no es de sorprendernos que en una era en donde los rumores del mundo del wrestling vuelan día y noche, WWE siga ocupando la realidad para despistarnos. ¿Fue real la liberación o solo se ocupó la situación para generar un momento inolvidable para el público? La única certeza que nos deja todo es que lo importante es el viaje y disfrutar del espectáculo.