Completamente devastado se encuentra actualmente Lewis Hamilton tras la muerte de su mascota, el famoso perro Roscoe.
Fue el propio piloto de la Fórmula 1 quien dio a conocer la noticia a través de redes sociales, algo que describió como "una de las experiencias más dolorosas".
“Después de cuatro días de soporte vital, luchando con cada poco de fuerza que tenía, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y despedirme de Roscoe”, escribió el multicampeón.
"Nunca dejó de luchar, hasta el final. Me siento tan agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo. Traer a Roscoe a mi vida fue la mejor decisión que he tomado, y siempre apreciaré los recuerdos que hemos creado juntos”, agregó.
"Nunca antes me había enfrentado a poner ‘a dormir’ a un perro, aunque sé que mi mamá y muchos amigos cercanos lo han hecho", aseguró el piloto de Ferrari, quien incluso se ausentó de las labores de su equipo en la última semana por la salud de su inseparable compañero.
“Es una de las experiencias más dolorosas y siento una profunda conexión con todos los que han pasado por la pérdida de una querida mascota. Aunque fue tan difícil, tenerlo fue una de las partes más hermosas de la vida, amar tan profundamente y ser amado a cambio”, añadió.
“Gracias a todos por el amor y el apoyo que le han mostrado a Roscoe a lo largo de los años. Ha sido muy especial presenciar y sentir. Murió el domingo por la tarde, 28 de septiembre, en mis brazos”, concluyó.
El famoso Roscoe
Roscoe era un reconocido bulldog y no sólo por ser la mascota de Hamilton, a quien muchas veces acompañaba en eventos de Fórmula 1, sino además hizo su propia fama tras cautivar a la audiencia en redes sociales, como también incursionar en el mundo del modelaje en campañas publicitarias.
De hecho, en 2018 Hamilton reconoció que Roscoe cobraba 700 dólares por un día de trabajo como modelo: “Roscoe es ahora parte de una agencia de modelos y tiene castings donde se enfrenta a 10 o 15 bulldogs. Me dijeron que necesitaban a un bulldog para anunciar un producto. Cobra 700 dólares por día, suena ridículo, pero recibe su premio y le encanta”.