La construcción de un estadio propio sigue siendo la gran deuda pendiente de Universidad de Chile. Mientras su clásico rival, Universidad Católica, ya cuenta con el moderno Claro Arena, los azules aún dependen del Estadio Nacional, un recinto compartido con una serie de eventos deportivos y musicales que hacen peligrar su localía durante varias veces en el año.
En conversación con En Cancha, Rodrigo Barrera, exdelantero de la U y la UC, aseguró que la dirigencia azul debe dar un paso firme en esta materia y tomar como ejemplo lo realizado por los cruzados.
Para el exgoleador, la clave está en encontrar un sponsor fuerte que permita concretar el proyecto y aprovechar terrenos céntricos, como el espacio que dejará Fantasilandia en Santiago.
Fantasilandia, una opción estratégica
Barrera enfatizó que la Universidad de Chile debe mirar hacia el futuro con una visión moderna y práctica.
"Ahí se podría construir un estadio multiuso, moderno y céntrico", señaló sobre el terreno de Fantasilandia, recinto que se mudará a San Bernardo.
En esa misma línea, 'Chamuca' indicó que la ubicación no solo facilitaría la asistencia de los hinchas, sino que también convertiría al recinto en un polo deportivo y cultural de primer nivel.
"La U necesita su estadio"
La historia de proyectos inconclusos para un estadio azul se remonta a mediados del siglo XX, pero nunca se han concretado.
Hoy, con el ejemplo reciente de la UC y el respaldo de una hinchada que exige una casa propia, el desafío para la dirigencia de Azul Azul es mayor que nunca.
"El Nacional es para la selección y otros eventos. La U necesita su estadio para que su gente se sienta en casa", remarcó Barrera.
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