Un verdadero escándalo remece al Real Madrid tras conocerse una grave denuncia de acoso laboral. La protagonista y denunciante es Itziar González, quien llegó al elenco "merengue" para ejercer de nutricionista, pero que se encontró con un ambiente hostil por parte de otros funcionarios del club.
"Tras malas experiencias con los servicios médicos de otros equipos, al Madrid le digo que no, pero me insisten y voy porque me dicen que lo pide el presidente", comenzó relatando González en diálogo con el diario Marca luego de llevar a la justicia su caso.
"Esa temporada, Carvajal y Rodrygo son los únicos que quieren trabajar conmigo. Hay algún otro jugador que me dice que le gustaría empezar a trabajar conmigo, pero los médicos les dicen que 'ni se les ocurra'", acusó.
Los Servicios Médicos crean un ambiente hostil
Itziar González sostiene que en reiteradas ocasiones, médicos del club le decían a los jugadores que "mi trabajo no sirve para nada" y que, tras constantes maltratos, acuerda trabajar solo unos días en forma presencial.
"Accedo porque me dicen que es una petición personal del presidente y que él va a conseguir que los médicos me dejen trabajar", aseguró en su testimonio.

Pero Itziar aseguró que nada de eso ocurrió y que "los Servicios Médicos crean un ambiente hostil desde el minuto uno. El primer día me dicen que estoy allí por un capricho del presidente, pero que ellos saben manejarle y que hace todo lo que ellos quieren, y que van a manipularle para convencerle de que estoy loca y que me eche. No me presentan, no me saludan, no me hablan. Tampoco me contestan los correos electrónicos ni los mensajes".
En esa línea, indicó que los funcionarios le reclacaban "que no salga de un habitáculo lúgubre que me ponen, que no hable con los jugadores, que no haga nada, que la gente no me quiere ahí, que a los jugadores les doy asco".
Burlas constantes del personal
Itziar relata las burlas que recibía de parte de sus compañeros, describiendo la nutricionista que para molestarla dejaban en el buffet "los alimentos que desaconsejo".
"La camarera se ríe de mí y les dice continuamente a los jugadores que no me hagan caso, que no tengo ni idea; el cocinero no pone lo que le pido y pone lo que le parece, como bollería prepartido; el gerente no compra lo que aconsejo; el chico que tiene que preparar los suplementos pone suplementos diferentes a los que yo digo; los médicos y fisios les dicen a los jugadores que no sigan mis indicaciones, no me dan información de cómo están… Se ríen constantemente de mí, se burlan en los grupos de WhatsApp...", continuó.
Jugadores, víctimas en una cárcel de oro
Eso sí, Itziar aclaró que nada tiene que ver con los jugadores: "Son maravillosos. No podía hablar mucho con ellos porque me ponían todo tipo de impedimentos los Servicios Médicos, y son ellos los que piden que viaje para poder hablar conmigo ante la imposibilidad de hacerlo en Valdebebas. En general, me parecen estupendos, respetuosos conmigo y con mi trabajo, curiosos y con ganas de aprender y de saber el porqué de las cosas. Me dan mucha pena porque ellos son víctimas en una cárcel de oro y no pueden hacer nada. A pesar de tener a los Servicios Médicos a diario diciéndoles que no siguieran mis pautas, la mayoría lo intentaba hacer. Es lo único positivo que me llevo de esta horrible experiencia".