Un verdadero terremoto azotó en las últimas horas a la selección brasileña luego de que se informara de la sorpresiva investigación de la FIFA a la contratación de Carlo Ancelotti.
Según explicaron medios locales, el organismo descubrió que durante la gestión de Ednaldo Rodrigues, ahora ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tras ser destituido semanas atrás, se le pagó 1.2 millones de euros a Diego Fernandes, un empresario no registrado que habría actuado como intermediario en el fichaje del técnico.
Dicha maniobra es ilegal y está estipulada en el reglamento, por lo que los dirigentes correrían riesgos en caso de que pudiera comprobarse este accionar.
En la carta, divulgada por medios brasileños, la FIFA pide el envío de todos los documentos y mensajes relacionados con el acuerdo firmado con ese empresario, así como la copia de los posibles recibos de pagos.
La CBF afirmó que su departamento de gobernanza está "evaluando" la situación y recordó que el acuerdo con Ancelotti, que es confidencial, fue negociado por la gestión del expresidente Ednaldo Rodrigues, destituido el pasado abril por orden judicial por un caso de un presunto fraude en la firma de un documento.
Fernandes afirmó en un comunicado de prensa que pretende formalizar su inscripción como agente intermediario de fútbol, y solo cobrará por sus gestiones para la contratación de Ancelotti después de formalizar ese trámite.
"Diego actuó formalmente como consultor, debido al corto plazo de tiempo que se dio" para la negociación con Ancelotti, "lo que sería incompatible con el proceso de registro como agente de fútbol ante la FIFA", afirma el comunicado enviado al medio 'Ge'.
Según el medio 'UOL', la CBF acordó el pago de una comisión de 1,2 millones de euros a Fernandes, quien acompañó a Ancelotti en su vuelo a Río de Janeiro el pasado domingo.
Fernandes es director ejecutivo de 08 Partners, una empresa del ramo financiero que, según medios, ofrece servicios de asesoría a varios deportistas.