La violencia ocurrida en los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Universidad de Chile e Independiente de Avellaneda sigue generando graves repercusiones fuera de la cancha. Una familia mendocina, que llevaba casi 10 años radicada en la región de Coquimbo, denunció que fue víctima de balaceras y amenazas tras ser identificados como hinchas del “Rojo”.
El origen de esta ola de violencia se remonta a la noche del partido disputado en Avellaneda, donde los disturbios en el estadio —con invasión de campo, enfrentamientos entre hinchas y represión policial— marcaron un tenso precedente. En Chile, según denunció la familia, esa rivalidad se trasladó directamente a su hogar.
“Somos una familia de hinchas de Independiente de Avellaneda de hace más de 100 años. Todos nos conocen porque siempre lo hicimos visible y jamás tuvimos un problema. No somos delincuentes, somos una familia de trabajadores”, relató Maxi, integrante del grupo familiar, en conversación con Radio Nihuil según consignó Diario Uno.
El hombre contó que la situación se desbordó tras el partido: “Fueron a la casa de mis padres, le dispararon al frente y a su camioneta”, vehículo que llevaba stickers con los títulos ganados por Independiente. Además, aseguró que recibieron mensajes intimidatorios por Instagram dirigidos a su esposa y a su hijo.

De acuerdo con su testimonio, al momento de denunciar los hechos, Carabineros les sugirió salir del país como medida preventiva. “Mi papá les dijo que estaba la posibilidad que nos fuéramos un par de días, y el carabinero le dijo que era mejor”, relató.
Finalmente, ante la escalada de hostigamientos, optaron por abandonar Chile y regresar a Mendoza, donde fueron acogidos por familiares en Las Heras.
Maxi también aseguró que recibieron información de que barras de Colo Colo, la U y la UC se habrían unido para hostigar a argentinos en represalia por los disturbios ocurridos en Avellaneda. “Dicen que se juntaron para vengarse de los argentinos y dijeron que a personas con cualquier camiseta de Argentina les iban a pegar igual”, señaló.
“A nosotros nos gusta el fútbol, somos todos hinchas de Independiente de Avellaneda y no lo ocultamos, porque nunca hicimos problema”, remarcó Maxi, quien admitió que su esposa ya no quiere regresar, aunque su hermano con discapacidad depende de los tratamientos de la Teletón.