Diogo Jota y a su hermano André Silva recibieron el último adiós este sábado en el funeral celebrado en Gondomar, en la periferia de Oporto, en el norte de Portugal, donde ambos crecieron.
A la Iglesia Matriz de Gondomar, asistió primera plana del fútbol portugués y del Liverpool, quienes homenajearon a los hermanos fallecidos con dos camisetas de flores con el número 20, de Diogo Jota, y el 30, de André Silva, que jugaba en el Penafiel luso.
Tras la entrada de los invitados, los dos féretros fueron sacados de la Capilla de la Resurrección, justo detrás de la iglesia, para ser llevados al interior del templo, escoltados por jugadores, amigos y los familiares.
El seleccionador de Portugal, el español Roberto Martínez, señaló que "lo agradecemos enormemente y siempre en nuestro corazón, André Silva y Diogo Jota van a estar con nosotros".
La misa fue oficiada por el obispo de Oporto, Manuel Linda, y pese a que la ceremonia fue privada, se colocaron altavoces en el exterior para que la prensa y los numerosos vecinos de Gondomar que se acercaron para apoyar a la familia pudieran oír.
Linda dirigió un mensaje a los tres hijos menores que deja Diogo Jota: "Queridos Dinis, Mafalda y Duarte, hijos que no están aquí, en este momento sufren inmensamente o tal vez no, porque no entienden (...) Es difícil ver a un adulto llorar, pero más difícil es ver a un niño. Les envío un saludo especial a través de su madre y abuelos. Estoy con ustedes, pero Jesús también lo está", remarcó.
El jugador se había casado con su pareja desde hacía 13 años, Rute Cardoso, el pasado 22 de junio, con la que tenía tres hijos menores de edad, de cuatro y dos años, y la pequeña de ocho meses.
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