El pingüino de Humboldt, especie endémica de Chile y Perú, es mucho más que un atractivo turístico: cumple un rol vital como bioindicador de la salud de los ecosistemas marinos. Así lo reveló una investigación de la Universidad de Concepción, que caracterizó la Península de Hualpén como un sitio clave para la conservación de esta ave vulnerable.
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La tesis, realizada por Rodrigo Ibáñez bajo la dirección de las doctoras Mónica Ortiz (UdeC) y Sara M. Rodríguez (UCSC), combinó análisis de datos, observación en terreno y entrevistas con la comunidad local para determinar la presencia, distribución y riesgos que enfrenta la especie.
Resultados principales
El estudio identificó que durante el verano se registra la mayor abundancia de pingüinos, mientras que en invierno su número disminuye drásticamente, debido a que los juveniles permanecen ocultos en cuevas durante la etapa de cuidado parental. Además, se detectó la existencia de una población residente y otra en tránsito en la zona.
“Los pingüinos de Humboldt son muy sensibles a las perturbaciones humanas, por lo que cualquier cambio en su hábitat se refleja en la disminución de sus poblaciones”, explicó Ibáñez.
Relevancia ecológica y social
Desde una mirada ambiental, la especie funciona como centinela del ecosistema, ya que su estado refleja la salud del entorno marino. A nivel social y cultural, el pingüino de Humboldt es parte de la identidad de Hualpén y un atractivo que impulsa el turismo local.
Amenazas en aumento
El pingüino de Humboldt está catalogado como vulnerable por la UICN, con un riesgo alto de extinción. Entre sus principales amenazas se cuentan:
- Sobrepesca, que reduce su alimento.
- Extracción de huiro y guano.
- Fenómeno de El Niño.
- Presencia humana y especies invasoras.
- Expansión inmobiliaria, que fragmenta su hábitat.
“La urbanización constante rompe la cadena del ecosistema y aumenta la presión sobre la especie”, advirtió Ibáñez.
Futuro de la conservación
El trabajo propone fortalecer la colaboración con la comunidad local mediante protocolos de protección, señalética educativa y difusión en revistas científicas. “Queremos que esta información llegue a las personas y contribuya a resguardar tanto la biodiversidad como la identidad cultural de la Península de Hualpén”, concluyó el investigador.