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Millonarias ganancias, armas y trabajadores a su mando: 'Juliano Marrokino', el peligroso comerciante de ropa falsificada en Meiggs

En 24 Horas Central accedimos a la rutina y cada movimiento que realizaba el peligroso comerciante informal que usaba armamento de grueso calibre para mantener su territorio.

24horas.cl

Martes 24 de diciembre de 2024

'Juliano Marrokino' es el pseudónimo de un conocido sujeto que tenía una verdadera empresa de mercadería falsificada en el barrio Meiggs. En 24 Horas Central accedimos a la rutina y cada movimiento que realizaba el peligroso comerciante informal que usaba armamento de grueso calibre para mantener su territorio.

Se trata de Julián Alberto Mena González, de treinta y dos años, pero en el barrio Meiggs es conocido como 'Juliano Marrokino', una combinación de su identidad y la ropa internacional falsificada que vendía de manera informal.

Para los investigadores era líder de un lucrativo negocio ilícito, con una bodega, ganancias millonarias y trabajadores a su mando.

Según detalló Arturo Gómez, Fiscalía Metropolitana Centro Norte, "a través de la policía tomamos conocimiento de que un determinado sujeto hacía ostentación, de que él protegía su sector a través de esta arma de fuego que le fue incautada, que son el pan de cada día, de las disputas de las bandas que operan ahí para poder vender sus productos".

En exclusiva accedimos a la rutina diaria del peligroso comerciante informal, en las imágenes se ve un camión tres cuartos conducido por Giuliano Marroquino, el cual sale desde su departamento en un acomodado edificio.

Se trataba de un quehacer diario, "este camión que llegaba en las mañanas, las yeguas que salía con estos ciudadanos extranjeros llevando las cajas a los sectores en donde en definitiva van a ser vendidas los consumidores finales, regresan y ahí se va produciendo el movimiento diario", señaló Gómez.

Asimismo, aseguró que 'Juliano Marroquino' operaba acompañado de un arma, la que ocultaban el entretecho de la misma bodega, así protegía el espacio público que usaba para su propio beneficio. 

En su departamento se encontró casi trece millones en efectivo, probablemente de las ganancias ilícitas. Cada producto o imitación era vendido a mitad de precio en comparación al mercado establecido.

El sujeto quedó en prisión preventiva por tenencia ilegal de arma de fuego y municiones, propiedad industrial y comercio clandestino, al igual que dos de sus trabajadores.