Este año podría llegar a la plataforma de Netflix la serie basada en el caso de la desaparición y muerte de Jorge Matute Johns, joven estudiante de ingeniería comercial de la Universidad de Concepción, quien fue visto por última vez en noviembre de 1999, después de salir de la discoteque "Cucaracha" en la ciudad.
El caso impactó a todo Chile, principalmente porque el joven estuvo desaparecido durante cinco años, siendo encontrado su cuerpo en febrero del 2004, a orillas del río Biobío. Una de los rostros más visibles y recordados fue el de su madre, María Teresa Johns, quien lideró la búsqueda.
Precisamente es ella, junto a su hijo Alex, quienes se han transformado en portavoces en contra de la realización de la serie, acusando que la productora Fabula (a cargo de la historia) no contactó a la familia para obtener los permisos correspondientes, razón por la que después de meses de pelea, deberán usar nombres ficticios en la producción.
En conversación con el medio Sala de Prensa, Johns relató el último encuentro que tuvo con Juan de Dios Larraín, dueño de la productora, en la cual la habría tildado de cobarde, además de detallar los efectos negativos que ha causado este tema en ella, especialmente porque el estreno de la serie estaría previsto para un nuevo aniversario de la desaparición de su hijo.
Encuentro con Juan de Dios Larraín
"Yo me pregunto, ¿Qué final va a tener la serie?, ¿Qué serie van a hacer con eso?, ¿Con qué más van a salir ellos para dañarme? (...) Yo me siento muy dolida", inició explicando Johns, recordando el encuentro que tuvo con Larraín y el Cardenal Fernando Chomalí.
"En realidad fue muy fuerte lo que me dijo. Yo le dije que por qué no había esperado que yo me muriera para hacer una serie y me dijo que yo era una cobarde. Encuentro que es una falta de respeto", agregó la mujer.
Finalmente, María Teresa Johns explicó que desde la creación de la serie se ha visto afectada su salud física, bajando 15 kilogramos de peso.
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