El lanzamiento del cuerpo de Francisco Albornoz, el joven farmacéutico que murió en misteriosas circunstancias, a un barranco cercano al Río Tinguiririca, fue solo uno de los tantos intentos por ocultar evidencia.
En 24 Horas Central, de forma exclusiva, evidenció los desesperados esfuerzos del médico ecuatoriano Christian González y el chef chileno José Miguel Baeza para borrar para siempre lo que pasó la noche en que murió Francisco Albornoz.
Con acceso a la evidencia, reconstruimos, con imágenes inéditas y la declaración de uno de los imputados que darían cuenta de los últimos minutos con vida de Francisco y todo lo que hicieron después de su desaparición.
¿Qué pasó la noche en que murió Francisco Albornoz?
Según los antecedentes recopilados por el Ministerio Público, tres días antes de la muerte de Francisco Albornoz, el chef José Miguel Baeza le habría escrito al médico ecuatoriano, Christian González, que ya tenía la tercera persona para un encuentro sexual.
El viernes de la muerte de Francisco, partiría con una compra específica. Así lo declaró el médico Christian González, quien señaló lo siguiente:
"Kai me envió captura de pantalla de la cocaína y que yo pagué y, que después, él me va a pasar el dinero. El mismo día, 23 de mayo, cerca de las 21:15 horas, fui hasta Avenida Bustamante y pagué en efectivo la cocaína. Compré 4 bolsas de cocaína que equivalen a 35.000 pesos".
En los registros se ve a Francisco y el chef conversando. En un minuto, incluso, Francisco toma el brazo del chef. Así llegaron al departamento.
"Recuerdo que Kai me señaló que no le dijéramos al tercer chico que íbamos a consumir drogas. Yo me molesté y le dije que no continuaría con este encuentro, sino hasta que le dijéramos al tercer chico qué es lo que se iba a consumir" declaró el médico Christian González.
Posteriormente, el médico relata que Francisco comenzó a convulsionar, "le hice RCP a Francisco entre 20 a 30 minutos. Terminé muy cansado y me di cuenta de que el color de piel de Francisco había cambiado. Kai me dijo que se tenía que ir, que él no podía estar ahí".
Según consta en el testimonio de Christian González, él le pidió a José Miguel Baeza llamar a la ambulancia, pero este le dijo que había que esconder el cuerpo. Ante esto, sacaron el cuerpo de Francisco desde el departamento envuelto con un cobertor.
"Pasé por muchas autopistas sin un rumbo específico, solo manejé por inercia. En ese momento, me dijo Kai que debíamos mejor ir a San Fernando", agregó el médico.
La realidad era que el cuerpo del joven de 21 años ya había sido arrojado a más de 144 kilómetros de ese punto. "Kai me dice que aún se puede ver el cuerpo desde arriba, por lo que me dice que hay que ir al Sodimac a comprar unas sogas y unos guantes", recordó el médico.
24 Horas tuvo acceso a las fotografías que muestran la llegada de los imputados hasta un Sodimac. Lugar en donde compraron sogas y guantes, volvieron al mirador y, por orden del chef, el doctor sería el que bajaría a mover el cuerpo.
Tras lo ocurrido, el chef mencionó que, "comencé a llorar. Kai me escribía por WhatsApp diciéndome algo así como, 'te aviso cuando vaya en camino, aunque no creo que llegue, te aviso en un rato'. Estos mensajes me los envió Kai como para disimular y dejar evidencia de una conversación que no tenía nada que ver con lo que estábamos haciendo".
El certificado del Servicio Médico Legal dice que la causa de muerte es un traumatismo encefalocraneano. Fuentes cercanas a la investigación afirman que las defensas de los imputados esperan el examen toxicológico para apelar a que Francisco murió por sobredosis.