La cantidad de niños, niñas y adolescentes (NNA) y que además murieron a causa de esos ataques fue una de las cifras que conmocionó en 2024. No solo por ser la mayor cantidad desde el año 2000, sino también porque el número hablaba de familias sufrientes por un nivel de violencia extremo contra los más vulnerables.
Pero pese a que la sensación de inseguridad y el incremento del poder de fuego en el país —fundamentalmente ligado al crimen organizado— continúan altos, la cifra de NNA afectados por los proyectiles disminuyó considerablemente: hasta el 15 de noviembre de 2025 se contabilizaron 27 fallecidos.
El número es 44% menos que a la misma fecha del año pasado, cuando se registraban 48 menores de edad muertos con armas de fuego.
"Al analizar la evolución mensual entre 2023 y julio de 2025, no se observa una tendencia clara, agosto de 2024 fue el mes en que se registró el mayor número de fallecimientos (8) y 2025 es el año con el menor promedio mensual de fallecimientos", sostienen desde la Defensoría de la Niñez.
Las víctimas de 2025
De los NNA que perdieron la vida, 25 de ellos eran de sexo masculino. En tanto, las edades van entre los 2 los 17 años.