Durante su cuarta Cuenta Pública, el Presidente Gabriel Boric aprovechó los anuncios sobre el fortalecimiento del deporte nacional para lanzar un mensaje directo al fútbol profesional chileno. En medio de un repaso a la inversión pública en infraestructura, competencias internacionales y desarrollo de atletas, el Mandatario contrastó ese esfuerzo con el comportamiento que, a su juicio, han mostrado los clubes y su organización principal: la ANFP.
“Sacamos poco con que el Estado cumpla su parte de la pega si los clubes deportivos y su federación, en particular la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), no asumen las obligaciones que le impone la ley”, afirmó con tono crítico.
La advertencia al fútbol chileno
El Presidente advirtió que a partir de noviembre de este año entrarán en vigor nuevas atribuciones del Ministerio de Seguridad Pública y exigencias más estrictas bajo la nueva ley de seguridad privada. Estas disposiciones, según explicó, exigirán a los organizadores de eventos deportivos un mayor compromiso con la seguridad en los estadios.
“En la medida en que se sigan resistiendo a ello, son ellos los responsables de privar a las familias de la alegría del fútbol”, agregó Boric, responsabilizando directamente a los clubes por los efectos que puedan derivar del incumplimiento de la normativa.
Ante esta situación, el mandatario informó que ha instruido al Ministerio de Seguridad Pública a ser “implacable en las exigencias impuestas por las normas y a hacer efectivas las responsabilidades a las organizaciones deportivas que las incumplen”.
Además, consideró prioritario que se aprueben prontamente los proyectos de ley que modifican la Ley 19.327 sobre derechos y deberes en espectáculos deportivos y la iniciativa parlamentaria que regula las sociedades anónimas deportivas. Ambos textos buscan modernizar la normativa y reforzar los mecanismos de fiscalización y control sobre el fútbol profesional chileno.
En contraste, el Presidente Boric destacó los avances del Estado en materia de deporte: un 50% de aumento en el presupuesto destinado al alto rendimiento, la renovación de más de un millón de metros cuadrados en infraestructura deportiva —incluido el Estadio Nacional— y la consolidación de Chile como sede de múltiples eventos internacionales. Todo esto, remarcó, ha sido posible gracias al compromiso del Estado, las y los deportistas y las comunidades, y no puede verse opacado por la falta de responsabilidad de los clubes.
