¿Puede tu personalidad influir en cuánto tiempo vivirás? Una nueva investigación publicada en el Journal of Psychosomatic Research sugiere que sí. Ser organizado, activo y responsable no sólo mejora la vida diaria, sino que también podría estar relacionado con una mayor esperanza de vida.
LEE TAMBIÉN EN CONCIENCIA 24.7:
- Hallazgo único: descubren en Argentina una nueva especie de megaraptor con restos de su última comida
- Puerto de Ideas Valparaíso celebra 15 años con invitados de lujo
- Estudio confirma beneficios terapéuticos de jardines sanadores en hospitales públicos
El estudio, que analizó datos de más de 22.000 adultos en cuatro investigaciones internacionales con seguimientos de entre 6 y 28 años, encontró que las autodescripciones específicas predicen mejor el riesgo de mortalidad que las categorías amplias como extroversión o responsabilidad.
Rasgos que marcan la diferencia
Según el psicólogo René Mõttus, de la Universidad de Edimburgo, el hallazgo más llamativo fue la palabra “activo”: quienes se describieron así tenían un 21% menos de riesgo de morir durante el período de estudio, incluso considerando edad, género y condiciones médicas.
Otros rasgos asociados a una mayor longevidad fueron ser animado, organizado, responsable, trabajador, minucioso y servicial. En contraste, quienes se describieron como ansiosos, estresados o malhumorados, atributos vinculados al rasgo de neuroticismo; mostraron mayor riesgo de fallecer prematuramente.
Más allá de los grandes rasgos
La investigación desafía el enfoque clásico de los “cinco grandes” de la personalidad (apertura, responsabilidad, extroversión, amabilidad y neuroticismo).
“Las diferencias matizadas son las que importan, incluso para la longevidad”, explicó Mõttus según The Guardian.
El estudio demostró que cuando se analizan en conjunto, los matices individuales tienen más poder predictivo que los rasgos generales.
Implicaciones para la salud
Los investigadores sugieren que estas conclusiones podrían transformar la forma en que se evalúan los riesgos médicos. El psicólogo Páraic O’Súilleabháin, de la Universidad de Limerick, señaló que incorporar la evaluación de rasgos específicos de personalidad en la atención primaria podría ayudar a identificar personas con más dificultades para mantener hábitos saludables.
Por ejemplo, alguien que no se considera organizado podría tener problemas para seguir un tratamiento médico, mientras que quien no se percibe como activo podría necesitar apoyo extra para mantenerse en movimiento.
Un aporte complementario
Los expertos subrayan que la personalidad no determina el destino: factores como el estilo de vida, el índice de masa corporal, el tabaco y las enfermedades crónicas también influyen. Sin embargo, los rasgos individuales podrían ser un aliado subestimado en la medicina preventiva.
“La personalidad podría jugar un rol de apoyo en la salud pública y en la medicina, y hemos estado pasándola por alto”, concluyó O’Súilleabháin.