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Ciencia

Nubes de gas de años luz: el combustible estelar que formó galaxias

Astrónomos chilenos descubren cómo se agrupan las nubes de gas que dieron origen a las galaxias, usando lentes gravitacionales y telescopios avanzados.

Ilustración de lentes gravitacionales mostrando la trayectoria distorsionada de la luz en el espacio.

Vicente Barraza

- TVN

Jueves 12 de diciembre de 2024

Un equipo de astrónomos chilenos, liderado por Sebastián López de la Universidad de Chile, logró un hallazgo fascinante: descubrieron cómo se agrupan las nubes de gas que dieron origen a las galaxias que hoy conocemos. Este estudio, publicado en la revista Astronomy & Astrophysics, no solo desentraña los secretos del universo primigenio, sino que también proporciona una mirada más detallada al combustible estelar que sigue formando estrellas.

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Las nubes que formaron las galaxias

Estas nubes de gas, descritas como cúmulos fragmentados en pequeños grumos, pueden alcanzar tamaños colosales, midiendo años luz de diámetro. Para ponerlo en perspectiva, un año luz equivale a 9.461 billones de kilómetros, lo que resalta la magnitud de estas estructuras.

"El gas no es continuo; está en forma de cúmulos, como si fueran nubes, aunque la física es distinta. Incluso logramos medir su tamaño", explicó Sebastián López en un video difundido por AstroUChile.

Innovación científica: tomografía de arcos gravitacionales

El equipo utilizó una técnica innovadora llamada tomografía de arcos gravitacionales, que aprovecha la distorsión de la luz causada por lentes gravitacionales. Este fenómeno ocurre cuando la luz de un objeto distante, como una galaxia, pasa cerca de un objeto masivo más cercano, como un agujero negro, y su gravedad actúa como una lupa, amplificando la luz.

Gracias a esta metodología, los investigadores mapearon el gas que rodea a las galaxias utilizando telescopios avanzados como el Very Large Telescope (VLT), ubicado en el desierto de Atacama, y el telescopio espacial Hubble. Próximamente, planean confirmar estos hallazgos con el telescopio espacial James Webb, cuya tecnología de punta promete revolucionar la astrofísica.

Un esfuerzo colaborativo internacional

Sebastián López destacó la colaboración clave del grupo ARCTOMO, que incluye científicos de universidades chilenas como la UC, UCV y UNAB, junto con instituciones de Estados Unidos y Europa. Este trabajo colectivo es un ejemplo del impacto global de la ciencia chilena.

"El James Webb definitivamente la lleva y nos va a ayudar a confirmar nuestro hallazgo con otros objetos", añadió López.

Este descubrimiento es un avance significativo en nuestra comprensión del universo temprano y de los procesos que moldearon las galaxias, acercándonos a entender el lugar que ocupamos en el cosmos.